Ciencia

¡Increíble descubrimiento! El observatorio de Javalambre capta una supernova a 700 millones de años luz

2024-10-03

El Centro de Estudios del Cosmos de Aragón (Cefca) ha realizado un descubrimiento fascinante: una nueva supernova situada a casi 700 millones de años luz de la Tierra. Esta es la primera supernova que se detecta con el innovador telescopio JST250 del observatorio de Javalambre, desde que comenzó su operación científica con la cámara JPCam. La supernova, registrada oficialmente por la Unión Astronómica Internacional (IAU), lleva el nombre de SN 2024slh y se localiza en la galaxia 2MASX J19382577+6744257.

El hallazgo ocurrió el pasado 19 de agosto, durante la revisión de imágenes tomadas la noche anterior. Los investigadores se toparon con una nueva fuente brillante que no estaba presente en las imágenes anteriores, lo que llevó a la conclusión de que era un evento extraordinario: una supernova. Para confirmar este extraordinario hallazgo, se utilizó la cámara T80Cam del telescopio JAST80, que permitió observar nuevamente la galaxia y verificar la persistencia de la fuente luminosa.

Este fenómeno astronómico se reportó al Transient Name Server (TNS) de la IAU un día después de confirmarse tras las debidas comprobaciones. Inicialmente llamado JVAR24b, el objeto fue formalmente designado como SN 2024slh por la IAU.

Las supernovas son eventos extremadamente raros y fugaces que marcan el final de la vida de ciertas estrellas. Por ejemplo, nuestra galaxia, que alberga alrededor de 200.000 millones de estrellas, solo registra unas tres supernovas por año. Estas explosiones pueden ser el resultado del colapso de estrellas masivas o de explosiones termonucleares de estrellas que interactúan con compañeras en un estado particular de su evolución.

Los análisis iniciales indican que la SN 2024slh es del tipo Ia. Este tipo de supernova es el resultado de una enana blanca que absorbe material de una estrella compañera, logrando aumentar su masa hasta alcanzar 1.4 masas solares y desencadenando una explosión de gran energía. Las supernovas de tipo Ia son cruciales para la astronomía porque su brillo es casi uniforme, lo que las convierte en herramientas útiles para medir distancias cosmológicas y estudiar la expansión acelerada del Universo, así como la existencia de la energía oscura.

Después del descubrimiento, se ha llevado a cabo un seguimiento del brillo de la supernova utilizando diversos filtros ópticos mediante el telescopio JAST80. Observatorios internacionales, como ZTF, GOTO, ATLAS y el telescopio espacial Gaia, también se han unido a este seguimiento, lo que aporta datos valiosos sobre la evolución de la supernova.

El Centro de Estudios de Física del Cosmos de Aragón, fundado en 2008 y ubicado en Teruel, continúa su labor de investigación científica desde el Observatorio Astrofísico de Javalambre. Su objetivo principal no solo es observar fenómenos astrofísicos, sino también desentrañar los secretos de la energía oscura, el componente más enigmático del Universo, mediante la explotación de su infraestructura científica singular, que incluye telescopios diseñados para realizar grandes cartografiados del cielo.

La importancia de este descubrimiento radica no solo en su rareza, sino también en lo que puede revelar sobre la naturaleza del cosmos y los procesos que lo rigen. ¿Podría este hallazgo ayudar a resolver el misterio de la energía oscura? Solo el tiempo y la investigación lo dirán.