¿Puedes imaginar un mundo en el que respirar por el ano sea una realidad? Aunque suene descabellado, en 2021, un equipo de investigadores liderado por Takanori Takebe llevó a cabo un estudio que reveló que los mamíferos, incluido el ser humano, pueden absorber oxígeno a través de sus intestinos. Este asombroso descubrimiento les valió el polémico 'Ig Nobel de Medicina' en 2024, un premio que reconoce logros científicos sorprendentes y humorísticos.

En septiembre de 2024, el medio Kyodo News informó sobre este galardón que celebró el trabajo de Takebe y su equipo, formado por científicos japoneses y estadounidenses. Su investigación demostró que al inducir hipoxia en ratones y cerdos y aplicar oxígeno a través del ano, estos animales podían sobrevivir y mejorar sus niveles de oxígeno en sangre.

Takanori Takebe, gastroenterólogo en el Hospital Infantil de Cincinnati y profesor de la Universidad Médica y Dental de Tokio, expresó su esperanza de que este hallazgo permita tratar a personas con problemas respiratorios severos. 'Si bien esto suena insólito, podría ser crucial para pacientes en situaciones críticas, especialmente en los recién nacidos donde la respiración artificial puede no ser suficiente', aseguró.

Los Premios Ig Nobel son organizados anualmente por la revista 'Annals of Improbable Research', con el objetivo de hacer reír y reflexionar sobre la ciencia. Aunque el premio tiene un toque humorístico, la investigación de Takebe plantea preguntas sobre el futuro de la medicina y la importancia de explorar caminos no convencionales.

El estudio, publicado en 'Science', se basó en la observación de que algunos animales acuáticos tienen la capacidad de absorber oxígeno a través de sus intestinos. Utilizando ratones y cerdos, los investigadores encontraron que aproximadamente el 75% sobrevivieron a un experimento de una hora en el que se les administró oxígeno por vía rectal.

Este revolucionario enfoque podría ofrecer nuevas soluciones en situaciones donde la respiración artificial no está disponible, algo que llegó a ser fundamental durante la pandemia de COVID-19. No obstante, algunos profesionales como Markus Bosmann, neumólogo en la Universidad de Medicina de Boston, advierten que se necesita más investigación y comparación con métodos tradicionales de respiración artificial para validar la efectividad y seguridad de este tratamiento.

Sean Colgan, gastroenterólogo de la Universidad de Colorado, también planteó preocupaciones sobre los efectos de administrar oxígeno a través del ano, sugiriendo que podría dañar la flora intestinal y provocar problemas de salud adicionales. A medida que esta fascinante investigación avanza, el mundo observa con expectativa y un poco de incredulidad la posibilidad de que pueda transformar el tratamiento de problemas respiratorios.