Alba Rodríguez, conocida por su participación en la última edición de 'La isla de las tentaciones', ha decidido abrirse sobre su apariencia física y desmentir rumores sobre cirugías estéticas. La novia de Gerardo Arias ha sorprendido a sus seguidores con su franqueza al hablar de si su belleza es natural o si ha pasado por el quirófano para mejorar su imagen.

En un intento por ser "totalmente sincera y transparente", Alba ha abordado el tema sin tabúes. "No tengo ningún problema en hablar sobre operaciones estéticas. Lo tengo bastante normalizado", comentó. Además, reveló que está estudiando una carrera relacionada con el ámbito de la estética, lo que añade un matiz interesante a su interés en estos temas.

La modelo, que representó a su comunidad en Miss World Spain 2018, tiene una figura esbelta con una altura de 1.74 metros. Aunque su busto ha levantado sospechas sobre posibles cirugías de aumento, Alba se defiende afirmando que "no me he operado, ni he hecho retoque alguno en el pecho". A pesar de esta afirmación, no descarta operarse en el futuro para reducir su busto, lo que muestra una vez más su honesta perspectiva sobre la belleza y los cambios físicos.

Alba también compartió que se sometió a una rinoplastia cerrada hace tres años y que su perfil de Instagram aún conserva imágenes de cómo lucía antes de la operación. Sin embargo, sobre los retoques estéticos más comunes, como el bótox y los rellenos de ácido hialurónico, aseguró no haberse "pinchado nunca", pues su piel tiene buena elasticidad y aún no presenta arrugas.

A sus 23 años, la joven parece disfrutar de su aspecto natural. Sus labios, carnosos y voluminosos, no han requerido ninguna intervención, y ella atribuye su decisión de mantenerse alejada de la medicina estética a su temor a las agujas, confesando ser "muy sufridora cuando me pinchan".

Alba también ha compartido su experiencia y desafío en el mundo de la televisión, donde enfrentarse a la presión de lucir siempre perfecta es una constante. En un entorno donde las cirugías plásticas y los retoques son comunes, su sinceridad y autenticidad pueden inspirar a otros a ser honestos sobre sus decisiones estéticas.