Las intensas lluvias que azotaron la provincia de Valencia el pasado martes resultaron devastadoras, con un trágico saldo de 158 víctimas hasta este jueves por la tarde, un número que conmociona a la comunidad. En medio de la controversia sobre la oportunidad de los avisos enviados por la Generalitat Valenciana a través de SMS, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, trató de defender al presidente del Gobierno valenciano, Carlos Mazón, quien había comparecido ante los medios informando que la tormenta disminuiría a las 18:00 horas del mismo día.

Feijóo, en su intento por exculpar a Mazón, desvió la atención hacia la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) y la Confederación Hidrográfica del Júcar, alegando que la gestión de un presidente autonómico depende de la información que recibe de estas entidades. Sin embargo, la respuesta de AEMET ha sido contundente, afirmando que la efectividad de la alerta depende de la preparación y respuesta de las comunidades autónomas.

AEMET señaló que la información sobre el temporal estuvo disponible y actualizada desde temprano. De hecho, a las 7:31 horas del martes, la agencia emitió un aviso de nivel rojo en el interior norte de Valencia, seguido de una alerta ampliada a otras áreas, incluyendo el litoral sur, a las 7:36 horas. A las 8:04, AEMET volvió a alertar sobre la gravedad de la situación, indicando acumulaciones de lluvia extremas y el riesgo de inundaciones.

A lo largo de la mañana se emitieron múltiples advertencias, advirtiendo sobre un peligro extremo. A las 12:27, se publicó un vídeo inusual donde Rubén del Campo, portavoz de AEMET, reiteró la seriedad del fenómeno meteorológico y la extensión de las alertas a otras provincias como Málaga.

A pesar de las advertencias continuas, Mazón mantuvo su postura opuesta, afirmando que los peores momentos de la tormenta ya habían pasado, lo que generó confusión y críticas. Posteriormente, el equipo de Mazón eliminó el tuit donde se daba esa información, lo que levantó aún más sospechas sobre la comunicación de la crisis.

Lo más alarmante es que la primera advertencia de AEMET sobre esta DANA se hizo pública el 20 de octubre, programando alertas rojas y naranjas el lunes, actualizadas conforme avanzaba el martes. Por su parte, la Confederación Hidrográfica del Júcar también alertó sobre la intensa acumulación de agua en varias localidades, con cifras que superaban los 120 l/m² en Carlet.

La gestión de las emergencias y las decisiones tomadas en situaciones extremas son fundamentales para salvar vidas. Esta tragedia ha puesto de manifiesto la importancia de una adecuada comunicación entre los organismos meteorológicos y las autoridades regionales para garantizar una respuesta eficaz ante fenómenos climáticos severos. La lección aquí es clara: la información precisa y la rápida acción pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte ante situaciones de crisis.