Introducción

Este jueves se presentó en los Juzgados de Valencia una denuncia explosiva, suscrita por Miguel Bernard, secretario general del sindicato Manos Limpias. La denuncia alega que los responsables podrían haber incurrido en delitos gravísimos como homicidio imprudente y negligencias que causaron lesiones y daños.

Falta de respuesta ante las advertencias

Los denunciantes argumentan que, pese a las advertencias de expertos internacionales sobre la llegada devastadora de la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos), la respuesta de las autoridades fue insuficiente. Según documentos filtrados, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) emitió una alerta roja a las 08:00 del 29 de octubre. Sin embargo, la Agencia Valenciana de Seguridad y Respuesta a las Emergencias solo comenzó a enviar avisos a la población a las 20:10, utilizando el sistema ES-MEDIO ALERTS, que al parecer llegó a una fracción de los ciudadanos, dejando a muchos en la oscuridad.

Advertencia tardía sobre el caudal

Además, la Confederación Hidrográfica del Júcar advirtió a las 12:00 del 30 de octubre sobre la alarmante situación del caudal de la rambla del Poyo en Riba-Roja. Esta advertencia se consideró tardía, ya que la emergencia ya estaba en su punto álgido, poniendo en riesgo a miles de personas.

Indignación pública y posibles repercusiones

La falta de comunicación efectiva y la lentitud en la respuesta de las autoridades han levantado una ola de indignación entre los residentes de la provincia, quienes afirman que pudieron haberse evitado numerosas tragedias. Se espera que esta denuncia no solo tenga repercusiones legales, sino que también genere un debate crucial sobre la preparación y gestión de desastres en España. ¡Este es solo el comienzo de una posible cadena de responsabilidades que podría sacudir los cimientos del manejo de emergencias en el país!