Este jueves, las acciones de Grifols experimentaron un notable aumento superior al 2% en la bolsa, alcanzando los 9,6 euros por acción en el Ibex 35, a pesar de que, en los primeros momentos de la jornada, habían registrado una caída inicial del 0,55%. Este repunte se produce tras la apertura de un expediente sancionador por parte de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) debido a irregularidades en su información financiera y en sus informes de gestión.

Las acciones de clase B de la empresa también mostraron una tendencia alcista, subiendo un 2% hasta los 7,8 euros, lo que refleja la confianza de los inversores a pesar de las noticias negativas.

La CNMV no solo abrió un expediente a Grifols, sino que también investigó a Gotham City Research y General Industrial Partners (GIP) por posible manipulación del mercado, tras la difusión de informes que la CNMV considera “sesgados, falsos o engañosos”. Además, el organismo ha remitido toda la información a la Fiscalía, abriendo la posibilidad de acciones penales si se determinan conductas manipulativas en contravención del artículo 284 del Código Penal.

En un giro significativo, Grifols se vio obligado a rectificar el tratamiento contable de algunas de sus subsidiarias, lo que pone en relieve la complejidad de las operaciones financieras de la compañía. A pesar de la gravedad del expediente, la CNMV concluyó en marzo pasado que, salvo algunos errores en el tratamiento contable de Inmunotek y Shanghai Raas, las cifras de endeudamiento financiero de Grifols eran consistentes con la realidad.

Lo que es más, la CNMV informó que las lacunas en la presentación financiera de Grifols no eran tan severas como para alterar las decisiones de inversión, aunque ciertamente han complicado la comprensión de la situación financiera de la compañía por parte de los inversores.

En respuesta a la apertura del expediente, Grifols ha expresado que las sanciones propuestas no superarán el millón de euros y considera que este importe no es material, asegurando que no afectará a sus estados financieros. La compañía ha enfatizado que no hay nueva información en el expediente administrativo más allá de lo que ya se había comunicado en el informe de marzo de 2024.

Mientras tanto, los analistas del mercado observan con interés cómo se desarrollará esta situación y si Grifols podrá superar estos desafíos regulatorios sin un impacto significativo en su valorización a largo plazo. ¿Podría este aumento en las acciones ser un signo de estabilidad futura o es solo una ilusión momentánea? La comunidad inversora está atenta.