Carlos Sainz ha conquistado el sábado una pole memorable en el Gran Premio de México, una hazaña que podría ser la última en su carrera con Ferrari. Lo sorprendente no solo fue su impresionante actuación en la pista, donde estableció dos tiempos que le habrían permitido salir desde la primera posición, sino también la apoteosis de ver a los titanes Max Verstappen y Lando Norris justo detrás de él en la parrilla de salida. Mientras tanto, su compañero de equipo Charles Leclerc no dio la talla, quedando relegado a la cuarta posición sin poder hacerle sombra al español.

Sin embargo, la celebración fue de lo más fría. Al finalizar la Q3 y llegar al parque cerrado, Sainz se bajó de su monoplaza lleno de emoción, listo para compartir su logro con su equipo. Pero, para su sorpresa, se encontró solo en medio de la pista. En lugar de ser recibido con vítores y aplausos, un único mecánico vestido de rojo apareció tras la valla, dejando al madrileño en un momento incómodo y solitario.

Un patrón preocupante

Este hecho no es un incidente aislado. Esta falta de atención y apoyo no es la primera vez que sucede; ya ocurrió previamente en el Gran Premio de Japón este año, aumentando el murmullos sobre una posibilidad de favoritismo hacia Leclerc por parte de Ferrari. La evidente desconexión del equipo con Sainz ha suscitado especulaciones sobre su futuro dentro de la escudería. Mientras tanto, las redes sociales estallan con reacciones de indignación de los fanáticos, que defienden la gran calidad y entrega de Sainz.

La situación plantea la pregunta: ¿está Ferrari desaprovechando el potencial de Sainz ante la mirada del mundo? Con la temporada de Fórmula 1 acercándose a su fin y el futuro de los pilotos en juego, los aficionados esperan que la escudería reconsidere su postura y brinde el reconocimiento que Carlos Sainz merece tras sus brillantes actuaciones.