Alemania ha dado un paso significativo en la lucha contra la gripe al actualizar sus recomendaciones de vacunación. A partir de ahora, todos los mayores de 60 años en el país recibirán vacunas de inmunogenicidad aumentada, incluyendo las adyuvadas y de alta carga, como parte de su estrategia para combatir esta enfermedad estacional.

La Comisión Permanente de Vacunación (STIKO) ha llevado a cabo una exhaustiva revisión de los datos más recientes sobre las vacunas contra la gripe. Como resultado, ha decidido que todas las personas en este grupo de edad deben recibir una dosis anual en otoño, ya sea a través de una vacuna inactivada en dosis altas o una vacuna adyuvada con el adyuvante MF59, ambas siguiendo las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Se destacan dos vacunas en particular: Fluad Tetra, una vacuna adyuvada de Seqirus que protege contra las cuatro cepas del virus de la gripe y está indicada para adultos mayores de 50 años, y Efluelda Tetra, una vacuna de alta carga de Sanofi, recomendada para mayores de 60 años.

La STIKO ha analizado un total de 110 estudios sobre la efectividad y seguridad de estas vacunas, enfatizando que, aunque no garantizan la prevención de contagios, son efectivas en la reducción de hospitalizaciones y muertes, lo que es fundamental dado que la gripe presenta un riesgo mucho mayor para los ancianos, especialmente aquellos que sufren de inmunosenescencia o enfermedades crónicas.

A nivel mundial, la OMS estima que mil millones de personas se infectan con la gripe cada año, y entre 3 y 5 millones padecen enfermedades graves, lo que resulta en entre 290,000 y 650,000 muertes anuales. Es urgente prevenir estas complicaciones a través de la vacunación, que, a pesar de las fluctuaciones anuales en contagios y severidad de los síntomas en la población, sigue siendo la herramienta más eficaz para combatir este virus.

A pesar de la importancia de la vacunación, las tasas de aceptación entre personas mayores no son las óptimas. La STIKO señala varios factores que contribuyen a esta baja aceptación, incluyendo una subestimación de la gravedad de la gripe, preocupaciones sobre la eficacia de las vacunas en este grupo de edad, así como barreras logísticas y la necesidad de vacunarse cada año.

Es fundamental aumentar la concienciación sobre los riesgos de la gripe y la eficacia de la vacunación, especialmente en un contexto donde la población envejece. Las autoridades sanitarias enfatizan que proteger a los mayores no solo salva vidas, sino que también alivia la carga sobre los sistemas de salud. ¡La salud de nuestros mayores debe ser una prioridad!