Una tragedia en las alturas de Lisboa

Un feroz accidente ha sacudido Lisboa, cuando el famoso funicular, conocido como el Ascensor de Gloria, sufrió un fallo catastrófico. A las 18:03, las cabinas comenzaron a descender, pero en cuestión de segundos, todo se tornó en caos.

La caída en picada

Los vagones, tras recorrer escasos seis metros, perdieron su equilibrio. El vagón inferior retrocedió abruptamente, mientras que el superior continuó su descenso incontrolado a 60 km/h, atravesando 170 metros a toda velocidad. En un giro fatídico, descarriló y se estrelló contra un edificio, dejando un rastro de desolación.

Causas y mantenimiento bajo la lupa

Los expertos han indicado que el cable del funicular, con una vida útil de 600 días, había sido instalado hace 337 días. Aunque el plan de mantenimiento estaba vigente y se habían realizado inspecciones visuales sin detectar anomalías, el accidente plantea serias preguntas sobre la seguridad de este histórico transporte, inaugurado en 1885.

Desafíos de supervisión

Este emblemático funicular no se encuentra bajo la vigilancia del Instituto de Movilidad y Transportes, lo que complica la claridad sobre su situación legal y la responsabilidad de su supervisión. La búsqueda de respuestas sobre este accidente se intensifica, mientras la comunidad se pregunta: ¿qué falló realmente?

Reflexiones tras el siniestro

El traumático suceso no solo ha dejado a la ciudad en shock, sino que también ha resaltado la necesidad urgente de revisar los protocolos de seguridad en un sistema que, a pesar de su belleza y tradición, debe garantizar la seguridad de sus pasajeros. Mientras las investigaciones continúan, los residentes de Lisboa aguardan respuestas.