A solo cuatro días de las elecciones, la vicepresidenta Kamala Harris ha intensificado su ataque contra el expresidente Donald Trump, quien había afirmado que protegería a las mujeres estadounidenses 'les guste o no'. La tensión se intensificó cuando la campaña de Harris rebatió un comentario reciente de Trump, quien sugirió que su aliado Robert F. Kennedy Jr. 'trabajaría en la salud de las mujeres' en su administración.

En respuesta, la campaña de Trump tomó la ofensiva, criticando a Mark Cuban, un prominente defensor de Harris, por menospreciar la inteligencia de las mujeres cercanas al exmandatario. Este intercambio de dardos ha llevado la contienda presidencial hacia un debate sobre género en su etapa final, creando heridas políticas que podrían tardar en sanar en un clima electoral tan tenso.

Durante un mitin en Wisconsin, Harris calificó los comentarios de Trump como 'muy ofensivos' para todos los estadounidenses. La portavoz de la campaña de Trump, Karoline Leavitt, contraatacó preguntando por qué Harris se oponía a la protección de mujeres, hombres y niños de la delincuencia migrante.

El miércoles, Trump llegó a un mitin en Green Bay conduciendo un camión de basura, intentando vincular sus declaraciones con comentarios previos del presidente Biden, quien había usado el término 'basura' en referencia a los partidarios de Trump. Este nuevo enfoque de Trump, lejos de aclarar su posición, provocó la reorientación de la campaña de Harris hacia la crítica directa a su oponente.

Harris, en un mitin en Phoenix, recordó que Trump es 'el mismo hombre que dijo que las mujeres deben ser castigadas por sus decisiones', enfatizando que no respeta la libertad de las mujeres para tomar decisiones sobre sus cuerpos. Instó a los votantes a apoyar una propuesta en Arizona que protegería el acceso al aborto hasta la viabilidad fetal, un tema central en la discusión actual sobre derechos reproductivos.

Trump, en su mitin en Henderson, Nevada, sugirió que si ganaba las elecciones, Kennedy trabajaría en la salud de las mujeres, lo que fue rápidamente criticado por la campaña de Harris, dado el historial de Kennedy en políticas de salud controvertidas y su cambio de postura sobre el aborto. Harris ha buscado atraer a las mujeres republicanas moderadas e independientes, presentando a Trump como una amenaza a sus derechos.

Mientras tanto, Harris también se unió a la popular cantante Jennifer López en un evento en Las Vegas, destacando la importancia de la comunidad hispana en las próximas elecciones. La vicepresidenta se centró en recordar a los votantes sobre las polémicas políticas de Trump, incluyendo su inhumano tratamiento a los inmigrantes y la posible reactivación de la separación familiar que se dio durante su mandato.

Trump, en su mitin, se mostró confiado al abordar un público diverso, haciendo comentarios sobre la comunidad hispana y afirmando que le 'encantan los hispanos'. Sin embargo, muchos analistas consideran que estos esfuerzos son parte de una estrategia más amplia para recuperar terreno perdido entre los votantes en estados como Nuevo México, donde ha tenido un pobre desempeño en el pasado.

La campaña de Trump reafirmó su apoyo a diversas mujeres en el partido, tras la crítica de Cuban sobre la falta de 'mujeres fuertes e inteligentes' en su círculo cercano. Tras este intercambio, Trump no dejó pasar la oportunidad de rebatir los comentarios, destacando que se rodea de 'las mujeres más fuertes' en un intento de cambiar la narrativa.

Con las elecciones a la vuelta de la esquina, la batalla entre Harris y Trump se ha centrado no solo en cuestiones de género, sino también en otras políticas claves como la atención sanitaria. Harris advirtió que la atención médica para todos los estadounidenses está en juego, recordando los intentos de Trump por derogar la Ley de Atención Médica Asequible durante su presidencia.

Mientras los días se acortan, ambos candidatos continúan movilizando a sus bases, dejando claro que cada voto será crucial en esta polarizada contienda electoral.