El 24 de febrero marca un hito en las relaciones entre el Gobierno español y la Generalitat de Cataluña, con una serie de cruciales reuniones programadas para abordar la financiación singular de Cataluña. Esta decisión fue anunciada por el consejero de la Presidencia, Albert Dalmau, y el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, en un encuentro reciente en Madrid.

La reunión tiene como objetivo transformar el acuerdo alcanzado entre el PSC y ERC durante el verano, en un pacto formal entre instituciones que garantice el respaldo del presidente Pedro Sánchez al concierto económico solicitado por ERC. Esta nueva dinámica se presenta como una oportunidad para romper el estancamiento que ha caracterizado las relaciones en los últimos años.

Cabe destacar que la Comisión Bilateral Generalitat-Estado, que debería reunirse al menos dos veces al año, no se ha llevado a cabo desde febrero de 2022. Durante esta cumbre, también tendrá lugar la Comisión de Transferencias, que no se ha reunido desde 2010. Este evento es vital para discutir la distribución de recursos y competencias entre ambas administraciones.

El calendario de reuniones previas incluye la Comisión de Infraestructuras el 17 de febrero y, por último, la Comisión de Asuntos Económicos y Fiscales en la última semana de febrero, donde se abordará la financiación singular para Cataluña.

Desde el Govern de Illa se han destacado dos momentos clave para este primer trimestre: la creación de la mesa Estado-Generalitat, un espacio de diálogo político más amplio, y la Comisión Mixta de Asuntos Económicos y Fiscales. El objetivo es formalizar el apoyo del Gobierno central a la financiación singular acordada con ERC.

La Generalitat ha señalado que este proceso de reactivación de las comisiones paritarias es una señal de la voluntad de ambos gobiernos de avanzar en nuevos acuerdos y proyectos que son esenciales para el desarrollo de Cataluña. Dalmau, quien es considerado el brazo derecho de Illa, ha enfatizado la importancia de cumplir con los acuerdos establecidos con sus socios de investidura y ha subrayado que estas reuniones buscan "honrar los pactos".

Sin embargo, la tensión se hace evidente, ya que Oriol Junqueras, líder de ERC, anunció que su partido no volverá a negociar hasta que el Gobierno cumpla lo pactado sobre el concierto económico. Este contexto es aún más complicado debido a la situación delicada entre el PSOE y Junts, que se encuentran a un paso de la ruptura tras la negativa del Gobierno de continuar con la moción de confianza presentada por Junts en el Congreso.

Así, el 24 de febrero podría marcar un punto de inflexión en las relaciones entre ambas administraciones, pero también será un momento crítico para definir el futuro político y económico de Cataluña en el marco de un clima de crecientes tensiones políticas. ¿Lograrán alcanzar un acuerdo que beneficie a ambos? ¡Estén atentos!