¿Es posible escuchar el silencio como si se tratase de un sonido?
2025-01-17
Autor: David
Georges Perec fue un destacado escritor francés conocido por su habilidad para desentrañar lo que ocurre en los momentos de aparente monotonía. Su maestría transformó el aburrimiento en una fuente de entretenimiento literario. En una de sus obras más notables, titulada "El secuestro", Perec presenta una historia de intriga utilizando un lipograma, un texto en el que se omite deliberadamente la letra "E", la vocal más utilizada en francés. Curiosamente, en su traducción al español, se optó por omitir la letra "A", una de las más frecuentes en nuestro idioma.
En 1972, Perec lanzó otra novela donde la letra "E" es la única vocal que aparece a lo largo de sus páginas: "Les Revenentes", una obra que aún no ha sido traducida al español y que es considerada como una de sus más complejas obras literarias. Este elemento de juego y creatividad en su escritura refleja una visión única de la literatura como un laberinto de posibilidades.
Existen paralelismos en el ámbito científico que pueden ser trazados con la conferencia dada el 31 de octubre de 1903 por el matemático estadounidense Frank Nelson Cole. Durante esta exposición, Cole logró identificar los factores del número de Mersenne M67, los cuales había intentado determinar, sin éxito, el matemático francés Édouard Lucas años antes, en 1876. Cole presentó su trabajo titulado "On the factoring of large numbers" en un completo y fascinante silencio, llenando la pizarra de fórmulas y cálculos, lo que culminó con una ovación de la audiencia al finalizar su actuación.
Este experimento de Cole en el ámbito académico es comparable a la obra de John Cage, el innovador músico estadounidense que en 1952 presentó su famosa pieza "4′33″", donde el silencio se convierte en música. Cage, con su interpretación, logró demostrar que el silencio puede ser una experiencia sonora.
Además, recientes estudios publicados en Proceedings of the National Academy of Sciences han ofrecido resultados sorprendentes sobre la experiencia de escuchar el silencio. En esta investigación, los participantes fueron expuestos a momentos de silencio y se descubrió que el cerebro procesa estos momentos de la misma manera que lo haría con un sonido. Como lo explica Rui Zhe Goh, uno de los autores del estudio: “El mismo procesamiento cognitivo que se produce con el sonido también se desencadena en los momentos de silencio. Esto sugiere que podemos tener experiencias auditivas del silencio.”},{