Fallece Onliyú, icónico referente del cómic underground en Barcelona
2024-11-12
Autor: Francisco
El mundo del cómic ha perdido a uno de sus grandes exponentes. El fallecimiento de Onliyú, seudónimo de José Miguel González Marcén, ha revivido en la memoria colectiva los días dorados del cómic underground, especialmente a través de su destacado trabajo en la revista El Víbora. Esta publicación fue tan influyente que en 2019 el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) le dedicó una exposición que celebró su impacto en la cultura visual contemporánea.
Onliyú no solo fue un escritor prolífico, también se convirtió en el redactor jefe de El Víbora durante los años ochenta, cuando la revista comenzó a ganar popularidad y a influir en la contracultura de la época. La historiadora Roser Messa destaca su papel como "pionero histórico" que fusionó el cómic con otras disciplinas artísticas, desde el teatro hasta la narrativa gráfica. Este cruce de caminos enriqueció las historias y personajes que creaba.
Nacido en Madrid en 1952 y trasladado a Barcelona en su juventud, Onliyú estudió Filología Hispánica, lo que lo llevó a interactuar con artistas de la talla de Nazario, Mariscal y Max. Junto a ellos, lanzó varios fanzines como Nasti de plasti, contribuyendo al emergente panorama del cómic alternativo.
Tras una breve experiencia en la revista Globo, que abordaba temáticas sobre las drogas, se unió a El Víbora, donde fue clave en la producción de series icónicas como Vidas imaginarias, Un día, Nasrudín y Los felices 90. Recientemente, Onliyú estaba trabajando en un recopilatorio de La edad contemporánea, que tenía planeado publicar el año próximo, un proyecto que le emocionaba profundamente.
Emilio Bernárdez, director de Ediciones La Cúpula, recuerda a Onliyú como un amigo excepcional y un innovador del medio: "Era un revolucionario que no temía cuestionar el status quo, riéndose de sí mismo y de su entorno. Su legado va más allá de sus historias."
Además de su labor como guionista y editor, Onliyú impartió clases en La Massana y se convirtió en un referente en conferencias sobre cómic y cultura popular en toda España. Publicó su autobiografía, Onliyú. Memorias del underground barcelonés, en 2005, revelando su vida y su relación con el mundo del cómic.
Incluso durante la pandemia, su pasión por el cómic perduró, colaborando en publicaciones como El Víbora para supervivientes y, posteriormente, en la revista Lardín.
La partida de Onliyú no solo deja un vacío en la comunidad del cómic, sino que también marca el fin de una era en la que el cómic underground logró trascender sus límites y conectar con un público masivo. Su contribución ha sido fundamental para la cultura del cómic en España y su memoria seguirá viva entre aquellos que han amado su obra y han sido inspirados por sus historias.