(CNN) – La brillante y querido Maggie Smith, reconocida actriz británica que dejó una huella imborrable en el mundo del cine y el teatro, ha fallecido a los 89 años. Este trágico anuncio fue realizado por sus hijos a través de un comunicado oficial.

"Con profunda tristeza, anunciamos la muerte de Dame Maggie Smith. Falleció pacíficamente en el hospital esta mañana, el 27 de septiembre. Una persona notoriamente reservada, estuvo rodeada de amigos y familiares en sus últimos momentos", indica el comunicado. "Deja detrás de sí a sus dos hijos y cinco nietos que están devastados por la pérdida de una madre y abuela extraordinaria. Queremos agradecer al excepcional equipo médico del Chelsea and Westminster Hospital por su dedicación y amabilidad en sus últimos días".

Maggie Smith nació en 1934 en Ilford, un suburbio de clase media al este de Londres. Durante su infancia, la familia se trasladó a Oxford, donde su padre trabajaba como patólogo en la Universidad. Con un talento innato y una pasión por la actuación, se unió a la Oxford Playhouse School, donde debió debutar en el escenario con una interpretación de "Twelfth Night" de Shakespeare.

Su carrera despegó rápidamente, llevando su talento a Broadway en "New Faces of 1956", y luego al teatro londinense, donde se volvió una figura destacada. En 1964, fue aclamada por su papel de Desdemona en "Otelo" junto a Laurence Olivier, y al año siguiente ganó su primer Oscar por "The Prime of Miss Jean Brodie". Con el tiempo, Maggie se convirtió en una de las actrices más celebradas del Reino Unido, obteniendo varios premios BAFTA y un segundo Oscar por su actuación en "California Suite".

A pesar de sus logros en la pantalla grande, muchos la recuerdan con cariño por su interpretación de la intrépida Profesora McGonagall en la saga de "Harry Potter", lo que la convirtió en un ícono para las nuevas generaciones.

Además, su papel como Violet Crawley, la condesa viuda de Grantham en "Downton Abbey", la catapultó a una fama aún mayor, llevándola a ganar tres premios Emmy. Su participación en el especial de 2019 revitalizó el interés en la serie, cerrando su ciclo con broche de oro.

A lo largo de su vida, Maggie fue un faro de sabiduría y encanto, incluso en la vejez, enfrentando la fama y el paso del tiempo con una gracia excepcional. En una entrevista de 2017, comentando sobre las ceremonias de premiación, dijo: "Realmente creo que si fuera a Los Ángeles, asustaría a la gente… Ellos no ven gente mayor".

Su legado trasciende sus inolvidables actuaciones; además, su vida personal fue marcada por dos matrimonios: primero con el actor Robert Stephens y luego con el dramaturgo Beverly Cross, hasta su fallecimiento en 1998. Maggie deja un vacío en el mundo del entretenimiento, pero su espíritu y su talento perdurarán en sus películas y en los corazones de quienes la admiraron.