En medio de la tragedia ocasionada por la DANA en la Comunitat Valenciana, la ex presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre, ha causado revuelo al declarar: "Gracias a Dios y al innombrable Francisco Franco, que desvió el cauce del Turia; si no, hubiera sido también Valencia capital". Aguirre sostiene que, de no ser por el dictador, las inundaciones y el desbordamiento habrían tenido consecuencias mucho más graves para la región.

Aprovechando estas declaraciones, Aguirre no dudó en criticar al Gobierno actual, demandando la inmediata dimisión de la ministra de Defensa, Margarita Robles. Según ella, "no apoyo para nada la violencia, pero se comprende la indignación de esta gente", refiriéndose a los recientes altercados ocurridos en Paiporta, donde el presidente Pedro Sánchez fue objeto de agresiones.

Además, Aguirre argumentó que el Gobierno debería haber enviado al Ejército, en lugar de la Unidad Militar de Emergencias (UME), para gestionar la crisis. Resaltó su frustración al afirmar: "En vez de que sea el JEMAD el que mande todo esto, han puesto al de la UME, que no tiene por qué tener ese conocimiento". Criticó que el Ejecutivo y sus socios evitan la presencia de militares en la calle, señalando que esto es "una vergüenza nacional".

El general Francisco Javier Marcos, al frente de la UME, también se pronunció la semana pasada, explicando que la comunidad autónoma tiene la autoridad para dirigir las emergencias en este tipo de situaciones. Detalló que los batallones disponibles en Valencia estaban preparados desde el mismo día en que se desató la crisis, el 29 de octubre. Aclaró que su capacidad de respuesta está condicionada a las órdenes de la Generalitat, lo que ha llevado a discusiones sobre la efectividad y rapidez de las intervenciones. Según Marcos, se alertó a 1,000 militares, y aunque no pudieron actuar de inmediato debido a las condiciones meteorológicas, fueron capaces de desplegarse en poco tiempo una vez recibieron la autorización.

Mientras la comunidad se recupera de los efectos devastadores de la DANA, las declaraciones de Aguirre resuenan y generan debates sobre la gestión de emergencias y la politización de la crisis. Sin duda, esta historia continúa teniendo repercusiones significativas tanto a nivel político como social.