¡Increíble! Todo lo que Ozempic hace en nuestro cuerpo y más
2024-11-11
Autor: Carmen
Recientemente, 'The New York Times' planteó una pregunta provocativa: ¿podría un solo medicamento transformar la vida de más de mil millones de personas? Este medicamento no es otro que la semaglutida, el ingrediente activo de Ozempic y productos similares como Wegovy. Desde su aprobación en 2018, Ozempic ha sido aclamado como un ‘milagro’ en la medicina moderna. Aunque inicialmente fue diseñado para tratar diabetes tipo 2 en pacientes con obesidad, su uso se ha extendido, aunque algunos endocrinólogos advierten sobre su mala utilización para la pérdida de peso. Además, ha mostrado beneficios sorprendentes en áreas como el alzhéimer, párkinson, adicciones y enfermedades cardiovasculares.
Los expertos se refieren a este fenómeno como ‘reposicionamiento’ (repurposing), que implica encontrar nuevas aplicaciones para fármacos ya aprobados. Un ejemplo disoluto es la aspirina, que comenzó su ruta como analgésico y ahora se usa ampliamente para la prevención de enfermedades cardiovasculares, como explica Koldo Callado, médico y profesor de Farmacología de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU).
Regulando el azúcar en sangre
La semaglutida pertenece a la familia de los agonistas de los receptores del péptido-1 similar al glucagón (GLP-1). En términos simples, esta clase de medicamentos aumenta la producción de insulina, lo que lleva a una reducción de la glucosa en sangre, mientras que disminuye la secreción de glucagón, una hormona que eleva los niveles de glucosa. Según la doctora Irene Bretón, coordinadora del Área de Obesidad de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), la semaglutida imita la acción natural del GLP-1, que se produce principalmente en la parte final del intestino delgado.
Pérdida de peso eficaz
Aunque los resultados pueden variar, se estima que Ozempic ayuda a perder entre un 3% y un 5% del peso corporal en un mes. En comparación, un medicamento similar, Mounjaro, podría promover una pérdida de peso de hasta un 20% en un año. Esto se logra de dos formas: la primera, actuando en el cerebro, específicamente en el núcleo arcuato, que regula el apetito; y la segunda, retrasando el vaciado gástrico, lo que hace que los alimentos permanezcan más tiempo en el estómago y se inhiba la sensación de hambre.
Beneficios cardiovasculares y hormonales
La semaglutida tiene un impacto positivo en la salud cardiovascular, pudiendo reducir el riesgo de enfermedades del corazón hasta en un 20%. También se ha observado que ayuda a regular el ciclo menstrual en mujeres con obesidad, mejora condiciones como el hígado graso y la apnea del sueño.
Impacto en el cerebro
Investigaciones recientes sugieren que los agonistas del receptor de GLP-1 podrían ser beneficiosos no solo para controlar el peso, sino también para combatir enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer y el párkinson. Según la neurocientífica Nora Bengoa, la semaglutida podría ayudar a reducir la inflamación persistente, una respuesta del cuerpo que puede ser perjudicial si no se controla.
Controlando los impulsos
Una de las observaciones más sorprendentes es que muchos pacientes reportan una mayor capacidad para controlar sus impulsos. Esto se aplica no solo a la comida, sino también a diversas adicciones. Aunque la investigación en este campo aún es escasa, algunos estudios en roedores y primates han mostrado una notable disminución en el consumo de alcohol, nicotina y drogas como la cocaína.
Efectos adversos
Como cualquier medicamento, Ozempic tiene sus efectos secundarios. Desde la famosa ‘cara Ozempic’ hasta náuseas, vómitos, el temido ‘efecto rebote’ al interrumpir el tratamiento, e incluso desórdenes del estado de ánimo en quienes lo combinan con antidepresivos. La situación se complicó recientemente en Inglaterra, donde se registró la primera muerte asociada al uso de Mounjaro. En respuesta a la creciente crisis de obesidad, el Gobierno británico está considerando la administración de estos medicamentos a desempleados con sobrepeso.
En conclusión, Ozempic no solo está revolucionando el tratamiento de la diabetes y la obesidad, sino que su potencial como herramienta en la lucha contra diversas enfermedades está empezando a ser reconocido. Sin embargo, su uso debe ser cuidadosamente monitorizado y bien orientado para evitar posibles complicaciones. ¿Estamos ante un nuevo horizonte en la farmacología moderna?