Gerard Piqué ha vuelto a hacer caja con un jugoso acuerdo. El exdefensa del FC Barcelona se embolsará nada menos que cuatro millones de euros en concepto de comisión por la Supercopa, cantidad que supera lo que perciben equipos como Mallorca y Athletic Club en el torneo. A pesar de que su cuenta está bloqueada debido a una orden judicial, su empresa, Kosmos, sigue ganando dinero gracias a un acuerdo revolucionario firmado con Luis Rubiales durante su presidencia en la Federación Española de Fútbol (RFEF). Ahora, el nuevo presidente, Rafael Louzán, busca renovar este contrato hasta 2034.

Las negociaciones con Arabia Saudita ya han comenzado y están muy avanzadas. Esta situación promete traer una nueva lluvia de millones al fútbol español, aunque la mayor parte de estos fondos se destinarán nuevamente a los gigantes del fútbol: Real Madrid y Barcelona. El tradicional desequilibrio entre los clubes parece mantenerse, ya que el Barcelona, ganando la Supercopa, obtendrá un premio de casi nueve millones de euros en total, mientras que equipos como Mallorca se llevan un fijo de 850,000 euros y el Athletic Club 2 millones.

Hablando de cifras, el contrato firmado en 2019 y prorrogado este año, asegura 40 millones de euros anuales, de los cuales Piqué se lleva un diez por ciento. Estos pagos están causando inquietud en la RFEF, que busca resolver la considerable disputa sobre las comisiones, ya que quieren que el dinero destinado a Kosmos se redirija a los clubes. Sin embargo, si se proponen cambios, Piqué podría argumentar derechos legales para mantener su comisión.

Además de la presión económica, la cuestión de los derechos humanos ha sido una piedra en el zapato para este acuerdo, ya que Amnistía Internacional ha denunciado en repetidas ocasiones las condiciones en Arabia Saudita. Este trasfondo moral parece no infligir en la tensión económica que rodea a la Supercopa, donde los derechos de retransmisión también dependen enormemente de la participación de los equipos más destacados como el Real Madrid y el Barcelona.

El presidente de LaLiga, Javier Tebas, antes crítico con este tipo de acuerdos, ahora se encuentra en una posición contradictoria como vicepresidente de la RFEF. La incertidumbre sobre su postura respecto a la renovación del contrato con Arabia sigue vigente, especialmente después de que ha habido un acuerdo de colaboración con 'Visit Saudi'.

En medio de todos estos conflictos, el contrato de la Supercopa está bajo investigación judicial. La jueza Delia Rodrigo ha extendido las indagaciones sobre un posible delito de administración desleal y corrupción, en el que Piqué ha sido identificado como intermediario clave en las negociaciones. Las acusaciones resaltan la falta de transparencia que rodea la firma del convenio en 2019, lo que ha generado escándalo y rumores de sobornos.

En resumen, mientras Piqué se lleva cuatro millones a casa, la disputa por las comisiones y derechos humanos continúa generando controversia en el mundo del fútbol. Sin duda, esto es solo la punta del iceberg en una historia que seguramente se desarrollará en los próximos meses.