Un polémico anuncio agita las aguas en Tinajo

Jesús Casimiro Machín, el alcalde de Tinajo, ha desatado un verdadero escándalo tras revelar públicamente que su ayuntamiento ha financiado estancias en hoteles para presuntos agresores en situaciones de violencia de género. La sorprendente revelación se produjo en un pleno municipal el pasado 28 de agosto, durante un intenso debate.

¿Por qué pagar a los agresores?

La polémica comenzó cuando la portavoz del PSOE, Begoña Hernández, cuestionó al alcalde sobre estos pagos. Machín, en un intento de justificar su política, afirmó que la Policía Local le alertaba sobre la posibilidad de detención de un agresor, sugiriendo que optar por un hotel era una solución para evitar conflictos en el hogar.

Una justificación muy cuestionada

Durante la sesión, Machín argumentó que el bienestar de los hijos también era un factor a considerar. ¡Increíblemente, llegó a decir que si ya lo habían hecho antes, lo podían volver a hacer! Las cuentas salvan a los hombres, mientras que el sufrimiento de las víctimas queda en un segundo plano.

Reacción contundente del PSOE

El PSOE no tardó en reaccionar ante estas impactantes declaraciones, calificándolas de "confesión pública de negligencia institucional". La concejala Begoña Hernández expresó su indignación, afirmando que usar recursos públicos para alojar a un agresor es un acto de complicidad con la violencia machista.

Una preocupación creciente en la comunidad

Este caso ha encendido alarmas en la comunidad, donde muchos se preguntan cómo puede una autoridad local priorizar el bienestar de los agresores por encima de las víctimas. La controversia plantea serias dudas sobre la gestión de la violencia de género en la región.

Más que una simple crítica: la lucha contra la violencia de género

A medida que esta historia continúa desarrollándose, se hace evidente que la sociedad debe unirse para exigir responsabilidad y acciones concretas que protejan a las víctimas en lugar de a los agresores. Esta situación podría ser un catalizador para un cambio real en la lucha contra la violencia machista en Lanzarote y más allá.