La vida apacible de Kiko Rivera dio un giro inesperado el pasado martes, 1 de octubre, cuando el programa de Canal Quickie, 'Ni que fuéramos shhh', destapó una supuesta infidelidad del hijo de Isabel Pantoja hacia su esposa, Irene Rosales, con una joven de Monzón, conocida como Tamara.

Tamara ofreció un testimonio impactante, asegurando que su último encuentro con el artista tuvo lugar el 21 de septiembre en un hotel de Huesca. ''Estuvimos hablando sobre viejos tiempos y luego nos metimos en el jacuzzi, donde tuvimos un encuentro íntimo. No siento nada por él, es simplemente algo puntual'', relató la joven, quien conoció a Kiko a través de redes sociales hace ya diez años.

La joven no dudó en señalar que su principal razón para revelar este encuentro era ''abrirle los ojos a Irene Rosales''. Según sus palabras, ''no ha sido solo una o dos veces, han sido muchas más; y ella debería darse cuenta, aunque no quiera por sus hijas. Como mujer, yo me valoraría mucho más. Una persona así, mejor que esté lejos''.

Las declaraciones de Tamara no solo han causado conmoción entre los medios de comunicación, sino también en el propio Kiko Rivera, quien canceló su transmisión en vivo en Twitch un día después del escándalo. Este tipo de reacción es inusual para el cantante, quien suele conectar con sus seguidores a diario.

Sin embargo, tras el revuelo, Kiko volvió a aparecer en Twitch el jueves para prepararse para un torneo de Fornite organizado por Rubius. Durante la transmisión, el esposo de Irene sorprendió a todos al anunciar un cambio radical en su programación: ''Cambiamos los horarios. Ya no haré directos por la mañana, tengo otras cosas que hacer'', declaró, dejando a muchos especulando sobre si su decisión está relacionada con la controversia sobre su supuesta traición.

A partir de la próxima semana, Kiko se reunirá con sus seguidores a partir de las 22:00 horas, un cambio que parece relacionado con la reciente presión mediática. ''No sé cómo nos irá en este nuevo horario, llevamos tiempo haciéndolo por las mañanas, pero tengo que cumplir con otros compromisos'', admitió.

Mientras tanto, Irene Rosales decidió no entrar en detalles sobre la presunta infidelidad en una entrevista exclusiva con el programa de María Patiño, afirmando simplemente que ''ella y Kiko estaban bien''. Esta declaración ha dejado muchas preguntas en el aire sobre el futuro de la pareja, avivando aún más el interés de sus seguidores sobre este escándalo amoroso que ha sacudido el panorama mediático.