El exministro de Transportes y exsecretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, ha comparecido este jueves ante el Tribunal Supremo, negando las acusaciones de cobro de comisiones irregulares hechas por el empresario Víctor de Aldama, quien ha empezado a colaborar con la justicia en el controvertido caso Koldo.

En una declaración que se extendió por tres horas, Ábalos sostuvo que no tenía ningún vínculo con Aldama y que la responsabilidad de las contrataciones durante la pandemia recaía exclusivamente en su asesor Koldo García. Afirmó que Koldo era el encargado de las gestiones con la empresa Soluciones de Gestión, que centralizó las contrataciones para la compra de material sanitario como mascarillas y pruebas PCR.

Ábalos enfatizó la situación de emergencia que se vivió durante los momentos más críticos de la pandemia de Covid-19 y defendió la diligencia de su ministerio en la gestión de recursos. Sin embargo, fue explícito al desmarcarse de cualquier implicación directa en las acciones de Aldama.

Además, el exministro sorprendió al declarar que no tenía conocimiento sobre el rol de Aldama en la adquisición de un chalé en La Alcaidesa, Cádiz, que, según investigaciones de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil, podría haber sido parte de una compensación económica de más de 6 millones de euros por el negocio de las mascarillas.

En cuanto a un lujoso piso en el Paseo de la Castellana de Madrid que supuestamente Ábalos adquirió sin contraprestación, afirmó que fue víctima de un engaño, dado que el inmueble ya contaba con inquilino. La documentación presentada por la defensa de Aldama en el Supremo menciona que se trata de garantías relacionadas con posibles comisiones por contratos públicos a favor de Ábalos.

Al concluir su declaración, subrayó su deseo de colaborar con la justicia y se comprometió a entregar la documentación necesaria para probar su inocencia. A pesar de su defensa enérgica, Ábalos sigue enfrentando graves acusaciones, incluidos delitos de organización criminal, tráfico de influencias, cohecho y malversación de caudales públicos.

Con esta compleja trama de corrupción y la impactante defensa de Ábalos, se espera que el caso Koldo siga dando de qué hablar en el panorama político español. La presión mediática y la investigación judicial, seguramente, revelarán más secretos sobre la supuesta corrupción en las altas esferas del Gobierno.