El presidente de Argentina, Javier Milei, ha tomado una decisión sorprendente al ordenar la retirada de su delegación de las negociaciones en la COP29, actualmente en curso en Bakú, Azerbaiyán. Esta controversia se produce tras la participación inicial de los representantes argentinos en las primeras jornadas del evento, lo que ha dejado a muchos preguntándose sobre las implicaciones de esta acción.

La subsecretaria de Medio Ambiente, Ana Lamas, confirmó la retirada en una entrevista con el diario británico The Guardian, afirmando: "Es cierto. Tenemos instrucciones del Ministerio de Relaciones Exteriores de no participar más. Es todo lo que puedo decirles." Sin embargo, muchos expertos y ambientalistas están alarmados por la decisión, dado el contexto de crisis climática en el que nos encontramos.

La delegación argentina, compuesta por 85 personas acreditadas, había estado trabajando en la cumbre, que se extenderá hasta el 22 de noviembre. Sin embargo, este jueves, los representantes argentinos dejaron de asistir a las sesiones, generando especulaciones sobre las razones detrás de la decisión de Milei.

La retirada de Argentina coincide con la publicación del informe Global Carbon Budget, que revela un preocupante aumento del 0,8% en las emisiones globales de CO₂ en 2024 en comparación con el año anterior. Este informe subraya la urgencia de las negociaciones climáticas, lo que hace que la decisión de Milei sea aún más polémica.

Muchos se preguntan si esta acción marcará un punto de inflexión en la política ambiental de Argentina y cómo afectará la posición del país en las futuras negociaciones internacionales sobre el clima. Con la presión global aumentando y los impactos del cambio climático más evidentes, la decisión de Milei ha generado un debate encendido sobre el futuro ecológico de la nación.