El juez Juan Carlos Peinado ha ampliado este martes su investigación sobre Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, imputándole un nuevo delito de apropiación indebida y otro de intrusismo profesional vinculado al software desarrollado por la Universidad Complutense de Madrid (UCM).

Se ha revelado que la UCM invirtió más de 100.000 euros en la creación de una plataforma digital bajo la cátedra de Transformación Social Competitiva (TSC) destinada a medir el impacto social de empresas. Sin embargo, Begoña Gómez aparentemente registró esta plataforma como propia ante la Oficina Española de Patentes y Marcas, sin la autorización de la universidad.

Este escándalo ha tomado un nuevo giro con la citación de Gómez para el próximo 18 de noviembre a las 13:30 horas, donde deberá comparecer personalmente ante el juez en el Palacio de la Moncloa. Además, la Unidad Adscrita de la Policía Judicial ha sido ordenada para que lleve a cabo la citación de forma directa.

En relación a la querella presentada por la asociación Hazte Oír, el juez ha decidido no investigar a Gómez por los delitos de malversación de fondos públicos ni administración desleal, pero ha encontrado motivos para seguir adelante con las acusaciones de apropiación indebida e intrusismo profesional, agravando aún más la situación de la imputada.

Peinado argumenta que existe evidencia que sugiere que Gómez, como codirectora de la cátedra TSC, inscribió a su favor la marca TSC y el software creado con fondos de empresas colaboradoras. Entre estas empresas se encuentran gigantes como Indra, Telefónica y Google, que ayudaron a desarrollar la plataforma con el objetivo de apoyar a las pequeñas y medianas empresas en el cumplimiento de la Agenda 2030.

Además, el juez también ha señalado que el intrusismo profesional se da cuando se ejerce una profesión para la cual no se cuenta con el título académico requerido. En este caso, Gómez se enfrenta a la acusación de haber elaborado pliegos de prescripciones técnicas para la contratación de servicios en la UCM, lo que podría ser considerado como un acto de intrusismo, ya que no contaba con las credenciales necesarias.

No es la primera vez que Begoña Gómez se encuentra en el ojo del huracán. Anteriormente, ya se había visto envuelta en investigaciones por tráfico de influencias y corrupción en el sector privado. La situación ha causado revuelo en política y en los medios, generando dudas sobre la integridad de su gestión al frente de la cátedra.

Con este nuevo desarrollo, la atención se centra no solo en las posibles consecuencias legales para Gómez, sino también en las implicaciones que esto podría tener para el Gobierno de Sánchez. La situación ha encendido el debate sobre la transparencia y la ética en las instituciones educativas, así como la relación entre la política y el sector privado. Este escándalo podría provocar un efecto dominó, desatando un torrente de críticas hacia la administración actual. ¿Cuáles serán los siguientes movimientos de Pedro Sánchez en esta tormenta perfecta?