Ángeles Blanco ha viajado hasta Utiel, en Valencia, una de las localidades más gravemente afectadas por la DANA, para mostrar la cruda realidad que enfrentan sus habitantes tras la devastación provocada por el temporal.

En una emotiva jornada, un vecino no pudo contener el llanto al recordar cómo lograron ayudar a los residentes y niños de su comunidad durante la aterradora madrugada de inundaciones. Minuto a minuto, se han ido conociendo los detalles de esta tragedia que ha dejado huella en la comunidad.

La presentadora de 'Informativos Telecinco' ha resaltado el lado humano de esta catástrofe natural, visitando las casas de aquellos que lo han perdido todo. "Puedo decir que es sobrecogedor escuchar los testimonios de los vecinos. La noche fue verdaderamente dura", contó angustiada mientras recorría los destrozos.

A primera hora de la mañana, Ángeles llegó a la entrada de una vivienda donde un vecino luchaba contra el barro con una pala. Desolado y cubierto de lodo, compartió su experiencia, relatando que habían estado toda la noche retirando a los vecinos a un lugar seguro. Su voz temblorosa revelaba su preocupación, especialmente por los más pequeños: "Estamos sin dormir, ahora los niños...".

Al adentrarse en una casa afectada por la DANA, la periodista se encontró con una escena desoladora. Todo estaba cubierto de barro, las puertas de madera destrozadas, y los muebles revueltos. Las marcas de agua que alcanzaban casi dos metros impresionaron a Ángeles, dejándola sin palabras: "Se puede ver perfectamente hasta dónde llegó el agua durante la tarde y la noche", expresó con tristeza.

En el salón, el caos era evidente. Los muebles estaban desbordados y el piso cubierto de escombros. Acompañada por la propietaria, Ángeles preguntó cómo vivieron los momentos más críticos del temporal. La mujer, visiblemente agitada, recordó: "Nos subimos al piso de arriba, estábamos muy angustiados, y a las 22:00 horas nos evacuaron... nunca olvidaré ese miedo".

Otra vecina corroboró la angustia vivida: "Estábamos en el piso de arriba porque en el de abajo no se podía estar, y a mitad de la tarde el agua ya había llegado a las escaleras". Estos relatos, acompañados de impactantes imágenes, documentan un evento que ya es considerado uno de los peores desastres naturales en la historia contemporánea de España.

El impacto de la DANA ha dejado a Utiel y otras comunidades adyacentes en un estado de emergencia, y se estima que las labores de recuperación tardarán meses. Miles de voluntarios han comenzado a llegar para ofrecer ayuda, y las autoridades locales han instado a la población a colaborar en la recuperación de su hogar. La solidaridad se ha convertido en el faro de esperanza en medio de la devastación.