Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno, se presentó este miércoles ante el juez Juan Carlos Peinado para declarar sobre los últimos cargos en su contra: apropiación indebida del software desarrollado en la Universidad Complutense e intrusismo profesional. Sin embargo, sorprendió a todos al limitar sus respuestas exclusivamente a las preguntas de su abogado, generando aún más especulaciones sobre su intención de no colaborar con la justicia.

Gómez ha afirmado que en ningún momento tuvo la intención de obtener beneficios económicos personales a través del software creado para su cátedra. En un giro inesperado, ha descargado toda la responsabilidad sobre la institución, sugiriendo que si se ha producido algún malentendido, este recae sobre la Universidad y sus procedimientos internos.

Este caso ha desatado una ola de críticas y dudas sobre la gestión ética en el entorno académico de la Complutense, convirtiendo a Begoña Gómez en el centro de un debate que podría afectar no solo su imagen personal, sino también la reputación de la universidad. Los expertos advierten que si se comprueba alguna irregularidad, esto podría abrir la puerta a una serie de investigaciones sobre el uso del software en el ámbito académico. ¿Qué consecuencias se avecinan para Gómez y la Universidad Complutense? ¡Las respuestas están por venir!