(CNN) – La policía israelí ha realizado un arresto sorprendente: un alto funcionario del primer ministro Benjamin Netanyahu, Eliezer Feldstein, está bajo custodia por supuestas filtraciones de información clasificada a medios internacionales.

Las reacciones no se han hecho esperar. Líderes de la oposición están acusando al gobierno de intentar manipular la información para frustrar las negociaciones de un alto el fuego y la liberación de rehenes en Gaza. Según ellos, la información que se filtró fue "falsificada" con el objetivo de sembrar dudas en la opinión pública y reducir la presión sobre Netanyahu.

La investigación gira en torno a la utilización de esta información por parte de la oficina del primer ministro para propagar la idea de que Hamas tenía planes de sacar rehenes a través de la frontera con Egipto. Esto, a su vez, generó temores dentro de la sociedad israelí, favoreciendo la narrativa oficial que busca mantener a Netanyahu en el poder.

Documentos judiciales indican que Feldstein y otros involucrados están siendo interrogados por la filtración de “información de inteligencia clasificada y sensible”. Se mencionó que la información obtuvo su origen de los sistemas militares israelíes y su divulgación podría haber comprometido la capacidad del país para negociar la liberación de los rehenes mantenidos por Hamas.

Un portavoz de Netanyahu ha negado rotundamente tales acusaciones, asegurando que "la persona en cuestión nunca participó en discusiones relacionadas con la seguridad". Además, rechazó la idea de que las filtraciones pudieran tener repercusiones en las negociaciones con Hamas, tildando las acusaciones de "ridículas".

Por su parte, el líder de la oposición, Yair Lapid, hizo una fuerte declaración acusando al gobierno de utilizar "documentos secretos falsos" para socavar las posibilidades de llegar a un acuerdo. Las familias de los rehenes también han expresado su frustración, culpando a Netanyahu de sabotear un posible acuerdo para su liberación, lo que ellos ven como un intento de evitar convocar elecciones en medio del conflicto.

Es importante destacar que la supuesta filtración alimentó dos reportajes importantes en septiembre, uno en el Jewish Chronicle del Reino Unido y otro en el Bild de Alemania, los cuales citaban fuentes de inteligencia israelíes y parecían respaldar las afirmaciones del gobierno. Esto se da en un contexto donde miles de israelíes se han manifestado casi a diario, exigiendo que se logre un acuerdo con Hamas para traer a casa a los rehenes.

Las manifestaciones han cobrado fuerza tras la trágica noticia del fallecimiento de seis israelíes en Gaza, de los cuales cuatro estaban programados para ser liberados en un posible acuerdo. Solo un día después, Netanyahu celebró una conferencia de prensa en la que mostraba un documento que, supuestamente, demostraba que Hamas estaba tratando de dividir a la sociedad israelí.

El primer ministro afirmó que no cedería a las presiones y resaltó la necesidad de controlar la frontera entre Gaza y Egipto, conocido como el corredor Philadelphi, argumentando que esa medida era crucial para evitar el contrabando de rehenes. "Pueden aparecer de repente en Irán o Yemen", advirtió Netanyahu.

Este escándalo no solo pone en entredicho la relación entre el gobierno y la oposición en Israel, sino que también podría tener profundas implicaciones para las negociaciones en curso con Hamas y la situación humanitaria en Gaza. A medida que la presión sobre Netanyahu aumenta, el desenlace de este conflicto parece más incierto que nunca.