El planeta se encuentra en medio de una intensa lucha para alcanzar las emisiones netas cero, un objetivo crucial para mitigar el calentamiento global. Sin embargo, un reciente estudio de investigadores de la Universidad de Melbourne y CSIRO revela una alarmante verdad: alcanzar la neutralidad de emisiones no pondrá fin de inmediato al cambio climático.

El clima de la Tierra continuará transformándose durante siglos, y esta evolución no será uniforme. En particular, Australia podría experimentar un calentamiento más intenso que casi cualquier otra región del mundo. Si se lograran emisiones netas cero en 2060, se prevé que ciudades como Melbourne seguirán calentándose en aproximadamente 1 °C después de esa fecha.

La importancia de alcanzar las emisiones netas cero no puede subestimarse. En 2023, las emisiones de gases de efecto invernadero alcanzaron niveles récord, y ese mismo año se registró la temperatura promedio más alta del planeta. Aunque se espera que las emisiones comiencen a disminuir, mientras continúen en niveles significativos, el calentamiento global persistirá.

A nivel internacional, la mayoría de las naciones, incluida Australia, han acordado el pacto climático de París, que busca mantener el aumento de la temperatura global muy por debajo de 2 °C. Sin embargo, para lograrlo, es esencial que los principales emisores alcancen rápidamente las emisiones netas cero. Este objetivo implica reducir al máximo las emisiones y compensar aquellas que no se puedan evitar mediante la captura de carbono, como a través de la reforestación o tecnologías de eliminación de CO2 del aire.

Los modelos climáticos son herramientas cruciales que permiten a los científicos simular diferentes escenarios de emisiones. Este estudio utilizó el Simulador Comunitario de Clima y Sistema Terrestre de Australia, realizando diversas simulaciones para prever el clima de la Tierra bajo condiciones de emisiones netas cero mantenidas durante 1,000 años.

Los hallazgos revelaron que, incluso con emisiones netas cero, la temperatura media de la Tierra, tanto en tierra como en océano, seguiría aumentando, aunque a un ritmo más lento. Un aspecto destacado es que el calentamiento oceánico continuará debido a la capacidad del agua de mar para absorber grandes cantidades de energía, lo que haría inevitable un calentamiento oceánico a largo plazo.

Por otro lado, el hielo marino en el Ártico podría estabilizarse, pero no se prevé que se recupere. En contraste, el hielo en la región antártica seguiría disminuyendo por el calentamiento persistente del Océano Austral.

Australia está particularmente en riesgo, con un pronóstico de que el calentamiento continuará incluso bajo emisiones netas cero. Modelos sugieren que Melbourne experimentaría un calentamiento adicional de hasta 1 °C en los próximos siglos. Además, aunque se anticipa que las precipitaciones invernales aumenten, algunas áreas, especialmente el suroeste y sureste, podrían enfrentar sequías más severas.

La investigación también subraya la urgencia de avanzar hacia emisiones netas cero rápidamente. La falta de acción podría llevar a que los cambios climáticos se intensifiquen si se impide lograr emisiones negativas, es decir, cuando se elimine más carbono de la atmósfera del que se emite.

A medida que los científicos continúan explorando estos modelos, está claro que el camino hacia un futuro sostenible y menos afectado por el cambio climático es fundamental. ¡El tiempo para actuar es ahora!