Blake Lively, la famosa actriz de 37 años, ha llevado a Justin Baldoni, su compañero de rodaje y director de la esperada película ‘It Ends with Us’, a los tribunales. La actriz ha presentado una demanda en su contra, alegando acoso sexual y una calumnia deliberada que ha minado su bienestar emocional. La noticia, que fue revelada por The New York Times, ha desatado un torbellino de reacciones en la industria del entretenimiento y en las redes sociales.

La denuncia, interpuesta en California, alega que Baldoni mostró comportamiento inadecuado durante el rodaje, lo que ha causado en Lively "ansiedad extrema, miedo y trauma". En declaraciones a la prensa, ha expresado que estos incidentes han afectado no solo su salud emocional, sino también sus relaciones familiares.

Robyn Lively, hermana mayor de Blake y también actriz, se ha manifestado en apoyo de su hermana a través de sus redes sociales. Compartió extractos del artículo de The New York Times y escribió: “Finalmente justicia para mi hermana @BlakeLively” en sus historias de Instagram, generando un gran eco de apoyo entre sus seguidores.

En su demanda, Blake asegura que Baldoni realizó avances no deseados y besos sin su consentimiento, además de invadir su privacidad en múltiples ocasiones. Se cita que esta situación llevó a una reunión con los productores de la película para abordar las preocupaciones de Lively. Después de esta reunión, se dictaron nuevas normas en el set, que incluían la prohibición de besos improvisados y de comentarios sexualmente sugestivos.

El artículo de The New York Times señala que Baldoni y su productora, Wayfarer Studios, aceptaron las nuevas provisiones impuestas por Lively, las cuales incluían la restricción de añadir contenido sexual no autorizado que no pertenezca al guion original.

En defensa de Baldoni, su abogado, Bryan Freedman, calificó las acusaciones de Lively como “falsas y escandalosas”, alegando que su intención era dañar públicamente la reputación de su cliente. Freedman incluso acusó a Blake de haber contribuido a problemas durante la filmación, afirmando que amenazó con no asistir al set ni promocionar la película, lo que afectó el lanzamiento del filme.

Ante estas afirmaciones, Blake Lively respondió a The New York Times, declarando que su objetivo es denunciar “tácticas de represalia contra quienes se atreven a reportar comportamientos inapropiados”, buscando así proteger a otros profesionales que pudieran estar en situaciones similares.

La autora de la novela 'It Ends with Us', Colleen Hoover, también se ha sumado al respaldo de Lively. En una declaración publicada por People, describió a Blake como una persona “honesta y con principios”. Aunque no se refirió directamente a Baldoni, Hoover expresó su plena confianza en el testimonio de Lively, esperando que se haga justicia.

La demanda también incluye evidencia en forma de mensajes de texto y correos electrónicos que, según The New York Times, muestran un plan orquestado por el equipo de relaciones públicas de Baldoni para desprestigiar a Blake. Estas comunicaciones contienen estrategias diseñadas para promover narrativas que desacrediten a Lively, sugiriendo que utilizó el feminismo como una herramienta para su beneficio durante la producción.

Este caso emblemático no solo toca fibras sensibles dentro de la industria cinematográfica, sino que también invita a un debate más amplio sobre los derechos de las mujeres y la lucha contra el acoso en todos los ámbitos laborales.