La batalla legal entre Justin Baldoni y Blake Lively está encendiendo las llamas de la controversia en el mundo del entretenimiento. Lively, conocida por su papel en Gossip Girl, ha interpuesto una demanda contra Baldoni, alegando que sufrió acoso sexual por parte del director y coprotagonista de la película Romper el círculo, junto con acusaciones de una campaña de desprestigio en su contra.

Ryan Reynolds, esposo de Lively y figura destacada de Hollywood, ha hecho comentarios que muchos interpretan como una indirecta hacia Baldoni. Aunque sus palabras no apuntan directamente al director, el contexto ha generado revuelo entre los seguidores de esta saga mediática.

En un giro inesperado, el abogado de Baldoni, Bryan Freedman, ha llevado la polémica un paso más allá, acusando a Reynolds de burlarse de su cliente en las populares películas Deadpool y Lobezno. Durante una aparición en el programa SiriusXM, Freedman comentó sobre las especulaciones que giran en torno al personaje de Nicepool, sugiriendo que es una parodia del propio Baldoni. "¡No hay duda de que es así! Todos pueden verlo: el moño, los comentarios sobre el embarazo, es evidente lo que intentan hacer", afirmó.

Freedman no se detuvo allí, señalando la falta de consideración que tal comportamiento demuestra, dado el contexto de acoso sexual que ha salido a la luz. "Si realmente has sido víctima de acoso, no debería haber lugar para las risas. Esto es un asunto serio. Si tu esposa ha sido víctima, debes tomarlo con seriedad, presentar quejas a Recursos Humanos y seguir la vía legal correspondiente", aseguró.

La controversia se agudiza en una escena clave de la película, donde Nicepool realiza comentarios que, según Freedman, son una burla hacia la situación de Baldoni. En esta escena, Nicepool, luciendo un moño distintivo que recuerda al estilo de Baldoni, elogia a Ladypool, un personaje que supuestamente se inspira en Blake: "Oh, Dios mío, espera a que veas a Ladypool. Ella es hermosa. Acaba de tener un bebé, y ni siquiera puedo decirlo".

Mientras la guerra de palabras continúa, esta situación plantea un debate crucial sobre el acoso y la ética en la industria del entretenimiento, generando una oleada de opiniones entre los fans y expertos del espectáculo.