En los últimos días, el escándalo ha estallado en el ámbito teatral y cinematográfico de España, donde dos actrices han hecho públicas sus desgarradoras denuncias de agresiones sexuales a través de redes sociales, llamando la atención sobre la violencia machista que persiste en estos entornos. El 3 de noviembre, la escuela de teatro Estudio Juan Codina anunció la suspensión permanente de su fundador, Juan Antonio Codina, tras las acusaciones de la actriz Miranda Yorch, quien reveló que fue víctima de una violación a los 19 años por parte de Codina, que era 32 años mayor que ella.

Yorch, en sus publicaciones, expresó que el agresor 'presumió de su acción en el escenario', lo que la llevó a tomar coraje y hablar públicamente. Aunque no mencionó nombres en su primer mensaje, confirmó la identidad de Codina en una entrevista posterior con el diario El País. Esta situación ha puesto en evidencia la necesidad de crear espacios seguros para que las víctimas puedan contar sus historias sin miedo a las repercusiones.

Por otro lado, la fotógrafa y directora Silvia Grav denunció, también vía Instagram, el grooming que sufrió a manos del cineasta Eduard Cortés cuando era adolescente. Esta situación ha llevado a la creación de una comisión de investigación por parte de la Academia del Cine Catalán, la cual ha decidido ofrecer asesoramiento legal y psicológico a todas las actrices que se han manifestado.

La directora de la Academia, Laia Aubia, ha declarado que es crucial analizar cada caso con cuidado, priorizando la salud mental de las víctimas. "Es fundamental que cualquier declaración pública se haga tras un asesoramiento adecuado", enfatizó. Las denuncias han llevado al surgimiento de una nueva cuenta de Instagram, @testimoniosartesescenicas, donde se recopilan y difunden denuncias anónimas de agresiones en el mundo del espectáculo para dar visibilidad a estas situaciones y romper el silencio que las rodea.

Las creadoras de esta cuenta han destacado que se busca educar sobre el abuso en las artes escénicas, cambiando el enfoque de tolerancia hacia un espacio seguro y respetuoso. En este contexto, Ignacio Martín del sindicato Unión de Actores y Actrices ha afirmado que no se deben normalizar actitudes abusivas, incitando a la industria a tomar medidas proactivas.

Atendiendo a la creciente conciencia sobre estas problemáticas, se han implementado protocolos en diferentes instituciones. El Ministerio de Cultura, por su parte, ha activado una nueva Unidad de Prevención y Atención contra las Violencias Machistas para apoyar a las víctimas y garantizar que el sector cultural sea más seguro.

Estos casos se suman a una serie de denuncias que han ganado visibilidad en el último tiempo, dejando claro que el movimiento para erradicar el machismo en el espectáculo está en marcha. La historia de Iria Pinheiro, quien denunció casos de acoso en 2018, es un ejemplo de cómo la valentía de unas puede inspirar a muchas a romper el silencio.

La situación actual en el ámbito artístico es testimonio de que, a pesar del temor y la estigmatización, comenzamos a ver un cambio significativo hacia un entorno más seguro y respetuoso, donde cada voz cuenta y el silencio no es una opción. Las redes sociales se están convirtiendo en poderosas plataformas donde se denuncia el abuso y se fomenta la solidaridad.