El FC Barcelona ha emitido un comunicado en el que ha solicitado a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) una nueva licencia para los jugadores Dani Olmo y Pau Víctor. Sin embargo, la reacción de LaLiga ha sido contundente, asegurando que el tema está cerrado y no hay nuevas inscripciones posibles para estos futbolistas más allá del 31 de diciembre.

A las 21:15 horas, LaLiga confirmó que el FC Barcelona no ha presentado alternativas que cumplan con la normativa de control económico, poniendo en jaque las esperanzas del club catalán de mantener a Olmo y Pau Víctor en su plantilla más allá de la fecha límite. La RFEF añadió que no puede tramitar ninguna licencia sin la aprobación de LaLiga, lo que deja al Barça en una situación complicada.

Desde el club culé, se mantenían expectativas de que podría haber un desenlace favorable antes del 3 de enero. No obstante, tienen hasta el 31 de diciembre a las 23:59 horas para resolver la situación de ambos jugadores, quienes están temporariamente inscritos en el club solo hasta esa fecha.

Si la situación no se resuelve, el impacto económico podría ser devastador. Dani Olmo quedaría libre a pesar de haber firmado un contrato en agosto hasta junio de 2030, con una cláusula liberatoria que permitirá su salida sin coste alguno para él. Esto significaría que el FC Barcelona asumiría una pérdida de 48 millones de euros que debía al Leipzig en este mismo ejercicio, un golpe financiero que dejaría huella profunda en las cuentas del club.

En el caso de Pau Víctor, aunque su contrato hasta 2029 no incluye una cláusula de liberación, su futuro podría estar comprometido si no se gestiona correctamente su inscripción. Podría ser cedido a otro club si no se asegura su continuidad en el Barça hasta junio de 2025.

La preocupación en el entorno culé se intensifica cuando consideramos que el mercado de fichajes se extiende hasta el 2 de febrero. La rapidez en la gestión se debe a que, según el artículo 130 del Reglamento General de la RFEF, tanto Olmo como Pau Víctor no podrían volver a ser inscritos en el FC Barcelona si son dados de baja a partir del 1 de enero.

Casos similares han sucedido en la liga, como el de Gabri Veiga, quien intentó regresar al Celta tras su mudanza a Arabia Saudí, y Samu Omorodion, que, tras ser fichado por el Atlético de Madrid, no pudo retornar al Granada, donde había sido contratado. Con esta situación, el FC Barcelona enfrenta un dilema que podría cambiar el rumbo de su temporada y afectar su desempeño en la liga y competiciones europeas.