La Guardia Civil ha revelado un impactante caso de caza ilegal en Babia, donde tres individuos de diferentes rincones de España, incluyendo León, Madrid y Ciudad Real, han sido identificados por utilizar armas prohibidas. Las autoridades, a través del servicio de SEPRONA, realizaron un total de cinco inspecciones en la zona de caza del Pico Ubiña, que colinda con la reserva del Principado de Asturias. Durante estas inspecciones, fueron confiscados dos visores térmicos y un rifle, instrumentos que no solo rompen las normas de caza, sino que también representan un grave riesgo para la fauna de la región.

Este tipo de operativos se ha intensificado desde inicios de septiembre y son parte de una estrategia más amplia para proteger la biodiversidad de Castilla y León. La Ley 4/2021, promulgada el 1 de julio, prohíbe estrictamente el uso de fuentes luminosas artificiales y dispositivos como visores térmicos para la caza, estableciendo sanciones que varían de 2,000 a 10,000 euros. Además, quienes sean sorprendidos utilizando estas herramientas ilegales pueden enfrentar la retirada de su licencia de caza y la inhabilitación para obtenerla durante un período que oscila entre uno y tres años.

La operación, denominada «Ubiñas», llevó a la identificación de estos cazadores ilegales, quienes ahora se enfrentan a múltiples infracciones administrativas. La acción tiene un impacto directo no solo en la preservación de la fauna sino también en la lucha contra prácticas que dañan el patrimonio natural de la región.

Los objetos confiscados y las denuncias generadas han sido presentadas ante las autoridades competentes, dejando claras las consecuencias de ignorar las normativas de conservación. Este suceso ha suscitado un amplio debate en la comunidad, haciendo un llamado a la reflexión sobre la responsabilidad que cada uno de nosotros tiene en la protección del medio ambiente. ¡La caza ilegal no tiene cabida en nuestro territorio!