Tecnología

Edu Digín, un sobreviviente valiente: "Regué hasta un segundo piso para salvar mi vida"

2024-11-04

Autor: Carlos

Eduardo Digín comparte su experiencia devastadora desde Valencia, hablando por teléfono con un móvil nuevo, ya que el suyo se perdió en la inundación que arrasó con todo a su paso. Su coche, adquirido hace apenas nueve meses tras mucho esfuerzo, también fue una víctima de las riadas. Este gallego de 38 años, originario de Becerreá y radicado en la Comunidad Valenciana, no pudo contener sus emociones al relatar cómo se quedó atrapado en una situación límite, clamando por que lo sucedido no se olvide y que la ayuda llegue a la región.

El dramático evento ocurrió un martes, en un día que parecía cualquiera, con lluvias moderadas. Edu, junto con cinco compañeros de trabajo, pensaban salir a casa cuando, de repente, el nivel del agua empezó a elevarse de forma alarmante. "El agua entró a la nave hasta la rodilla en cuestión de minutos", comenta, refiriéndose al caos que se desató en la zona cero de las inundaciones.

Con el instinto de un propietario preocupado, Edu decidió intentar salvar su coche. Describió cómo, en medio del pánico, corrió hacia su vehículo, que ya comenzaba a llenarse de agua. Sin embargo, este intento pronto se volvió fatal cuando el agua le llegó a la cintura mientras intentaba regresar a la nave, golpeándose con una alcantarilla y un coche a la deriva en el camino.

Pronto, sus compañeros se pegaron a la valla de la propiedad para no ser arrastrados. La gravedad de la situación se tornó aún más clara cuando vieron pasar vehículos flotantes con personas dentro, lo que incrementó el terror de la experiencia. Fue en ese momento que un grupo decidió escalar una pared adyacente para alcanzar el segundo piso de una nave cercana, donde finalmente encontraron un refugio seguro y evitaron ser arrastrados por la corriente.

La noche que siguió fue una lucha constante. Sin electricidad, comida ni agua, los sobrevivientes se encontraban sumidos en la incertidumbre. “El nivel de agua subió casi a tres metros y nuestro mayor miedo era que todo terminara en tragedia”, recuerda Eduardo, quien fue despertado por alarmas en medio de su angustia. Solo horas después, cuando finalmente llegó la Fuerza Civil para rescatarles, supieron que estaban seguros.

Después de ser evacuados a un colegio, Eduardo se unió a un grupo de aproximadamente 300 personas, y a pesar de la calamidad, la comunidad se unió para ofrecer apoyo. Agradece a sus vecinos por el esfuerzo, destacando el sentido de camaradería que se desarrolló en tiempos de crisis. Sin embargo, también muestra frustración por la falta de apoyo del gobierno, describiendo un sentimiento general de abandono entre los afectados en Valencia.

Ahora, mirando hacia adelante, Eduardo reflexiona sobre su futuro. Su empresa fue devastada, con el 90% de su material perdido debido a las inundaciones. Aunque sus compañeros de trabajo han recibido ayuda desde Galicia, la recuperación es un proceso arduo. A pesar de las dificultades, la promesa de reabrir su negocio pronto brinda un rayo de esperanza.

Edu Digín, un ejemplo de resistencia y supervivencia, insta a las autoridades a mejorar la preparación ante desastres, concluyendo que si no hubiera sido por el espíritu de la comunidad habrían habido más víctimas. Su historia es un recordatorio conmovedor de la lucha diaria de las personas que, como él, enfrentan las devastadoras consecuencias de eventos naturales.