La figura de Elsa en el reality ha sido controvertida, ya que ha generado opiniones encontradas entre los televidentes. Desde su llegada, se le ha acusado de ser una concursante tóxica, esparciendo su 'veneno' tanto entre amigos como entre adversarios. Al igual que un maestro en la táctica del 'divide y vencerás', ha logrado desestabilizar la dinámica del grupo, propiciando rivalidades y desconfianzas entre sus compañeros.

Lo que ha sorprendido a muchos es cómo Elsa utilizó su influencia para socavar la amistad entre los concursantes que parecían confidentes, como Edi y Violeta, que se mostraban más fuertes juntos. La estrategia de Elsa de emitir comentarios mordaces y provocar discusiones ha sido evidente, lo que ha llevado a cuestionamientos sobre la integridad del espectáculo. Sin embargo, también ha surgido un nuevo tipo de audiencia: la 'audiencia lejana', que se siente como médicos que deben extirpar la toxicidad del grupo para salvaguardar el bienestar del programa.

La reciente expulsión de Elsa no ha dejado a nadie indiferente. Muchos la consideran justificada, dado su comportamiento manipulador y su intención de romper relaciones. Algunos especulan que su acercamiento a Manu o Edi no era genuino, sino una estrategia para separar a estos concursantes de sus alianzas más sólidas, como Laura o Violeta.

No obstante, muchos televidentes también lamentan su partida, ya que su presencia, aunque controvertida, generaba una atmósfera tensa y emocionante. Con Elsa fuera de la casa, algunos esperan que los concursantes se comporten de manera más auténtica y menos manipuladora. La manera en que los conflictos se desarrollan en su ausencia podría traer una nueva dinámica más espontánea y positiva al grupo.

En la gala de expulsión, la audiencia estalló en aplausos cuando se anunció que Elsa era la eliminada. Óscar, uno de los concursantes menos populares entre su grupo, fue el único que hizo comentarios positivos sobre la decisión, observando que la expulsión era justa. Esta reacción indica un cambio en la percepción de la casa, donde algunos comienzan a replantear sus posiciones y estrategia en el juego.

A medida que los concursantes intentan restaurar su camaradería, se avecina un cambio en la casa. La salida de Elsa ha abierto un nuevo panorama para relaciones más sinceras, aunque no se puede ignorar la influencia que la toxicidad puede haber dejado en sus compañeros. La intervención de la audiencia y su poder en la dinámica del juego se han vuelto más evidentes, y la próxima semana se definirá si este cambio es duradero.

Además, el resultado de la votación inicial revela que un 41,97% de los votantes eligió que Elsa no formara parte del casting final, lo que muestra la desaprobación popular hacia su figura. Esta situación resalta la importancia de la opinión del público en los realities, así como el impacto que un solo concursante puede tener en la dinámica del grupo. La pregunta es: ¿reseteará esto las relaciones en la casa o abrirá nuevos frentes de conflicto? Solo el tiempo lo dirá.