(CNN Español) – La noche del 26 de septiembre de 2014, 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa, Guerrero, fueron víctimas de una brutal represión. Fueron perseguidos y atacados por policías municipales, civiles armados y otras corporaciones, lo que desencadenó uno de los casos de desaparición forzada más emblemáticos de México. Este trágico evento ha dejado una marca indeleble en la sociedad mexicana, provocando protestas y exigencias de justicia que resuenan hasta el día de hoy.

Cada uno de los estudiantes tenía sueños y aspiraciones de convertirse en maestros y contribuir al desarrollo de sus comunidades. Sin embargo, su destino trágico ha dejado a sus familias y amigos viviendo en la incertidumbre y el dolor.

Desde su desaparición, ha habido múltiples investigaciones y esfuerzos para esclarecer el caso, aunque la impunidad y la corrupción han sido un obstáculo constante. En 2022, se dieron a conocer nuevos informes que revelan la participación de altos mandos en la policía y el gobierno en la desaparición de los estudiantes.

La lucha por justicia continúa, con organizaciones de derechos humanos y familiares de los desaparecidos exigiendo al gobierno que no solo busque a los estudiantes, sino que también deslinde responsabilidades a los primeros responsables. Este caso ha trascendido fronteras y se ha convertido en símbolo de la lucha por los derechos humanos en México. La pregunta ahora es: ¿Cuándo se hará justicia y se sabrá la verdad sobre lo que sucedió aquella noche fatídica? La esperanza sigue viva, impulsada por el deseo de justicia de aquellos que no han olvidado a los 43.