El ministro de Asuntos Exteriores de España, José Manuel Albares, ha revelado que el Gobierno de Venezuela ha confirmado la identidad de los dos ciudadanos vascos detenidos la semana pasada. Se trata de José María Basoa Valdovinos y Andrés Martínez Adasme, ambos originarios de Bilbao, quienes fueron arrestados bajo sospechas de espionaje. La noticia ha suscitado una ola de preocupación en la comunidad española en el extranjero, especialmente en el País Vasco, donde las familias de los detenidos exigen respuestas y transparencia en el proceso.

Albares ha declarado que ya han comenzado gestiones consulares para garantizar la protección y asistencia legal de los detenidos. Aunque no se han proporcionado muchos detalles sobre las acusaciones, se especula que el caso podría tener implicaciones diplomáticas entre España y Venezuela, un país que ha estado bajo la lupa internacional por cuestiones relacionadas con los derechos humanos y la libertad de expresión.

La situación se complica aún más debido a la crisis política en Venezuela, donde el presidente Nicolás Maduro enfrenta críticas tanto internas como externas. Mientras tanto, la comunidad internacional observa con atención el desarrollo de este caso, que podría reavivar tensiones en las ya frágiles relaciones entre Caracas y Madrid.

Los expertos advierten que este incidente podría ser parte de una estrategia más amplia por parte del régimen de Maduro para desviar la atención de los problemas internos, como la crisis económica y la falta de servicios básicos, que azotan al país desde hace años. Las familias de los acusados están organizando protestas y apelando a la presión internacional para asegurar que sus seres queridos reciban un tratamiento justo en este complicado escenario.