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Elizabeth Anne, la hija de Tom Hanks, revela una infancia llena de traumas y superación

2025-04-06

Autor: Antonio

Elizabeth Anne Hanks, más conocida como E.A. Hanks, ha compartido detalles desgarradores sobre su infancia marcada por la violencia, privaciones y confusión en su esperado libro "The 10: A Memoir of Family and the Open Road", que se publicará el 8 de abril. En este relato, E.A. se adentra en los momentos más difíciles de su vida que surgieron tras la separación de sus padres en 1985, la estrella de Hollywood Tom Hanks y Samantha Lewes, su primera esposa, quien tuvo que afrontar serios problemas de salud mental.

La trágica muerte de su madre, Susan Dillingham (nombre artístico: Samantha Lewes), a los 49 años, dejó un legado de incertidumbres y preguntas sin respuesta sobre su vida. En 2019, E.A. emprendió un viaje por la interestatal 10 de California a Florida, con la esperanza de comprender mejor a su madre, una mujer amante de Shakespeare y la poesía, pero que vivió atormentada por un pasado oscuro.

En uno de los extractos de su libro, E.A. comparte: "Mis únicos recuerdos de ambos padres juntos son en la graduación de Colin, mi hermano, y en la mía. Solo tengo una foto donde estoy entre ellos, y en esa imagen, la peluca de mi madre está un poco torcida". La relación con su madre fue complicada; tras el divorcio de sus padres, E.A. y su hermano Colin fueron criados por Samantha en Sacramento, mientras Tom Hanks formó una nueva familia con Rita Wilson, con quien contrajo matrimonio en 1988 y tuvo dos hijos, Chet y Truman.

La constante inestabilidad familiar afectó a E.A. y Colin, quienes, a pesar de pasar los fines de semana con su padre, vivieron situaciones de caos y desorden en el hogar materno. E.A. sospecha que su madre podría haber padecido trastorno bipolar, aunque nunca llegó a ser diagnosticada. Recuerdos de una infancia llena de contradicciones emergen en el libro, donde E.A. evoca la mezcla de amor y sufrimiento que experimentó "De los 5 a los 14 años, signos de confusión y violencia marcaron mis días, vivía en una casa con apariencia de cuento, pero sumida en la oscuridad".

A medida que pasaron los años, las condiciones de vida se deterioraron. "El patio estaba cubierto de excrementos de perro y, a menudo, la nevera estaba vacía o llena de comida en mal estado", describe E.A. uno de los momentos más críticos de su infancia. Eventualmente, la situación escaló a la violencia física, lo que llevó a E.A. a mudarse a Los Ángeles.

Durante su adolescencia, tras un cambio en la custodia, E.A. se mudó con su padre y su nueva familia. Sin embargo, su relación con su madre continuó siendo tumultuosa. Un viaje en 1994, donde madre e hija recorrieron Estados Unidos en una Winnebago, resultó ser un punto crucial en su relación, un momento que E.A. atesora a pesar de las dificultades.

La vida de E.A. dio un giro doloroso cuando su madre, Samantha, la llamó en su último año de secundaria para decirle que estaba gravemente enferma. Samantha Lewes falleció de cáncer en 2002, lo que obligó a E.A. a confrontar un amor inacabado, la búsqueda de su propia identidad y el camino hacia el perdón y la aceptación. La valentía de E.A. Hanks al relatar su historia es un testimonio de la complejidad de las relaciones familiares y la profunda herencia que deja un pasado turbulento.