A solo cinco días de las elecciones, Kamala Harris y Donald Trump se enfrentan en una intensa batalla por los siete Estados bisagra que determinarán el rumbo de la contienda del próximo martes. Este jueves, ambos candidatos concentrarán sus esfuerzos en Nevada, donde buscarán los votos que podrían cambiar el resultado de las elecciones.

Kamala Harris ha intensificado su campaña dirigiéndose especialmente al electorado joven, considerado crucial para inclinar la balanza a su favor. Durante sus discursos, ha destacado la importancia de los derechos reproductivos y el acceso a la educación, enfatizando que el futuro pertenece a las nuevas generaciones. En este sentido, se espera que su mensaje resuene fuertemente en un electorado que, después del impacto de la pandemia, busca un cambio significativo en la política estadounidense.

Por su parte, Donald Trump ha reforzado su campaña al prometer un puesto en su administración a Robert F. Kennedy Jr. si gana las elecciones. La atención mediática se ha centrado en los comentarios de Trump sobre los derechos de las mujeres, con un énfasis particular en el debate sobre el aborto, un tema que ha dominado esta contienda electoral. En su propio estilo, Trump ha afirmado que protegerá a las mujeres estadounidenses “les guste o no”, lo que promete añadir más tensión a su campaña.

Nevada es un microcosmos de las divisiones electorales en EE.UU. Históricamente, este Estado ha visto un gran respaldo por parte de los votantes latinos, quienes representan casi un tercio de la población. Las encuestas indican que, a pesar de los esfuerzos de Trump por ganar terreno entre los hispanos, Kamala Harris sigue teniendo una ventaja. Sin embargo, la diferencia en el apoyo de los votantes hispanos ha ido disminuyendo, lo que sugiere que la carrera podría ser más reñida de lo esperado.

Además, la rivalidad entre ambos candidatos se extiende más allá de las promesas públicas, con cada uno tratando de posicionarse ante opiniones desfavorables de la población. Las encuestas han revelado divisiones profundas en temas como la economía y la atención médica, donde las iniciativas de cada candidato están bajo el escrutinio de los votantes. Tras el impacto económico de la pandemia, las preocupaciones sobre la inflación y el costo de vida han sido temas centrales en los discursos.

Mientras se acercan las elecciones, los líderes internacionales también han hecho eco de la importancia de estos comicios. El primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, se comunicó con Trump para desearle suerte, lo que indica el interés global en el resultado de la elección.

Para este martes, los resultados pueden no ser claros de inmediato, ya que algunas cifras podrían tardar días en ser contabilizadas, lo que genera expectativa e incertidumbre en el país. Harris y Trump, junto con sus equipos, están haciendo la última corrida para captar cada voto en este juego político que podría definir el futuro inmediato de Estados Unidos.