El Gran Premio de Brasil fue una pesadilla para Carlos Sainz, muy distinta a su experiencia afortunada en México. El piloto español se enfrentó a múltiples contratiempos, comenzando por la clasificación donde un choque le obligó a cambiar el motor y la caja de cambios, afectando severamente su rendimiento.

La carrera resultó ser un auténtico calvario. Salió desde el pit lane, lo que complicó aún más su posición. A pesar de algunos intentos por avanzar, un incidente en la vuelta 36 le obligó a abandonar la competición. "Ha sido un mal día, un mal domingo. Desde la clasificación hasta la carrera, salir desde el pit lane no ayudó en absoluto. Adelantar fue extremadamente difícil, y la visibilidad era muy limitada en esas condiciones", compartió Sainz con evidente frustración.

Las condiciones de lluvia en Interlagos jugaron un papel crucial en su desempeño. "Lo siento por todo el equipo, el coche ha sido muy complicado de manejar", confesó el piloto. Reconoció que lidiar con el monoplaza en mojado ha sido un desafío continuo esta temporada. Sainz explicó que dos errores en carrera no son lo ideal y lamentó que el coche no haya funcionado como se esperaba en esas condiciones.

A pesar del cambio de motor que le permitió salir desde el pit lane, Sainz consideró que era una estrategia positiva para las últimas tres carreras del campeonato. "Hubiese preferido salir en la posición 13 considerando la cantidad de spray, ya que sabía que podría haber luchado por puntos", afirmó con resignación.

Sin embargo, aún mantiene la esperanza. "Hemos decidido sacrificar esa posición para maximizar el uso del nuevo motor en las últimas carreras. Espero que valga la pena, si no, ya veremos qué pasa", comentó optimista.

Carlos Sainz busca recuperar el rumbo y centrar su atención en la próxima oportunidad, con la expectativa de hacer borrón y cuenta nueva en Las Vegas. "Deberíamos tener opciones allí, pero las dos últimas citas son más complicadas debido al desempeño de McLaren en circuitos secos", admitió con realismo.

A solo tres carreras del final de la temporada, Ferrari aún tiene serias opciones de hacerse con el título de constructores, y Sainz se siente confiado. "Hay que mantener una actitud positiva, pero también ser conscientes de la realidad de la competencia. McLaren ha demostrado ser muy fuerte en seco, así que debemos estar preparados", concluyó.

No cabe duda de que este fin de semana ha dejado a Sainz con muchas lecciones y un deseo ferviente de redimirse en las próximas carreras.