Carlos Alcaraz se enfrenta a dos cruciales desafíos esta temporada: las Finales ATP, que comienzan este lunes, y la Copa Davis, que se disputará la próxima semana. En juego están no solo su primera corona como maestro, sino también la ambicionada ensaladera, todo en un contexto especial marcado por la posible despedida de Rafael Nadal del tenis profesional.

Tras su eliminación en la segunda ronda del Masters 1.000 de París-Bercy, Alcaraz ha tenido una semana de descanso, lo que le ha permitido recargar energías. Ha decidido vaciar su calendario en este final de año, todo para llegar en plenas condiciones a la joya de la corona de la ATP. Esta será su segunda aparición en las Finales, después de perder la oportunidad de participar en 2022 por una lesión, y de haber alcanzado las semifinales en 2023. Ahora, entra en la competición como uno de los grandes favoritos, a diferencia del año pasado, donde fue eliminado por Novak Djokovic en la penúltima ronda, a pesar de haber vencido a Daniil Medvedev y Andrey Rublev en la fase de grupos.

“Hubiera sido una temporada mejor con la medalla de oro, pero me pongo un 8,5 o un 9”, afirmó Alcaraz en una reciente rueda de prensa. Este joven murciano ha tenido un año impresionante, con dos títulos de Grand Slam (Roland Garros y Wimbledon), un Masters 1.000 (Indian Wells) y un ATP 500 (Pekín), además de haber conquistado la plata olímpica en París. Un total de 52 victorias en 63 partidos es un resultado excepcional, y ahora buscará culminar su año con broche de oro.

El primer obstáculo que Alcaraz deberá sortear en Turín será Casper Ruud, un rival que conoce bien y que ha enfrentado en cuatro ocasiones, saliendo victorioso en todas ellas. Ruud ha tenido un año complicado, habiendo sufrido cuatro derrotas consecutivas en su camino hacia este torneo. Curiosamente, a pesar de que el terreno duro y esta época del año no son sus condiciones ideales, el noruego llegó a semifinales y a la final en sus participaciones anteriores en Turín.

Con la baja de Novak Djokovic debido a una lesión, el camino se ha abierto para otros jugadores, incluido Ruud, quien se clasificó a última hora para el torneo tras una ajustada búsqueda de puntos en Metz, aunque lo hizo sin mucho éxito en sus recientes partidos.

Otro dato interesante es que, a pesar de que Alcaraz ha asegurado terminar el año en la tercera posición del ranking, se ha convertido en uno de los tenistas más destacados del circuito, manteniendo viva la esperanza de alcanzar su mejor año en 2024. Jannik Sinner se consolidará como número uno a final de año, lo que añade un elemento de competencia intensa en el futuro cercano.

Finalmente, el ganador del torneo se llevará a casa nada menos que 4,4 millones de euros, una cifra récord en la historia del tenis fuera de las exhibiciones. La presión está sobre Alcaraz, pero su talento y dedicación son innegables. ¡Veremos si logra alcanzar el cielo con sus esfuerzos finales!