El juez Juan Gutiérrez Casillas, responsable del caso del asalto al chalé de las famosas María del Monte e Inmaculada Casal, ha solicitado urgentemente a la Guardia Civil que finalice la investigación. Ya han pasado más de 16 meses desde el robo, ocurrido en la madrugada del 25 de agosto de 2023. En una orden enviada el 15 de enero, el magistrado enfatizó la necesidad de desbloquear el teléfono móvil de uno de los sospechosos, ya que esta podría ser la pieza clave que falta para cerrar el caso y llevar a los culpables ante la justicia.

La situación es preocupante para las víctimas, quienes son figuras públicas muy queridas en Andalucía. El juez reconoce que el retraso en el procedimiento está afectando la resolución de un caso que, a pesar de su visibilidad mediática, no presenta una complejidad significativa y debería haber terminado mucho antes. La prórroga del proceso se ha extendido hasta finales de febrero, creando ansiedad tanto entre las víctimas como entre las fuerzas de seguridad.

Este teléfono móvil, un Samsung S-23, fue decomisado durante la detención de Antonio S. R., uno de los ocho arrestados. Hasta ahora, los agentes no han podido acceder a su contenido; por lo tanto, han solicitado oficialmente al Departamento de Ingeniería Digital de la Guardia Civil en Sevilla que utilice técnicas de 'fuerza bruta' para desbloquearlo. La información contenida en el dispositivo no solo podría ayudar a identificar a los otros implicados, sino que también podría contener pistas sobre la localización de las joyas y relojes que fueron robados, valorados en aproximadamente 181.000 euros.

A medida que avanza la investigación, se vuelve claro que los teléfonos móviles son fundamentales en cualquier delito hoy en día. Los investigadores creen que los delincuentes probablemente usaron sus dispositivos durante la ejecución del robo, lo que podría revelar conexiones con receptores o distribuidores de los objetos robados.

En otro giro inesperado, la Guardia Civil informó que el dron que voló sobre el chalé la tarde antes del asalto no está registrado por el fabricante, DJI Technology. Esto ha complicado aún más la investigación, ya que el fabricante, que se hizo eco de la solicitud enviada por las autoridades, confirmó que no hay datos de vuelos en sus servidores. No obstante, los agentes están convencidos de que el dron estuvo monitoreando la propiedad, basado en evidencia fotográfica de uno de los sospechosos en el área.

Con el tiempo corriendo en contra, la Guardia Civil está enfocando sus esfuerzos en el desbloqueo del teléfono móvil, que se ha convertido en la última y más crucial pieza del rompecabezas en la resolución de un caso que ha mantenido a la sociedad al borde de sus asientos. ¿Quiénes son los verdaderos responsables detrás de este audaz robo? La respuesta podría estar a un desbloqueo de distancia. La comunidad espera, con ansias, que pronto se haga justicia.