Felipe VI cerró este martes la conferencia de embajadores, un evento anual que reúne a 130 diplomáticos españoles en todo el mundo para evaluar los desafíos y logros del año. En su discurso, el Rey hizo un fuerte llamado a la defensa de la democracia, señalando que esta no es solo un logro histórico, sino el resultado de un esfuerzo diario y comprometido.

Frente al ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, el Rey subrayó el papel crucial de todos en el mantenimiento de la democracia, enfatizando el acatamiento normativo y el respeto por valores fundamentales como la tolerancia, el pluralismo y, en particular, la separación de poderes. Estas afirmaciones surgen en un momento en que el Gobierno ha tildado de "elucubraciones" el último fallo del juez del Supremo, que investiga una filtración relacionada con el novio de la presidenta Ayuso. El juez Hurtado señaló que el Ejecutivo había hecho un "uso político claro" de la situación, provocando tensiones entre el poder judicial y el Gobierno español.

En el plano internacional, Felipe VI destacó la imperante necesidad de defender el estado de derecho y condenar cualquier violación de los derechos humanos, indicando que este compromiso es fundamental en la labor de un demócrata. También recordó a los embajadores que otro objetivo esencial es la promoción del español, la segunda lengua materna más hablada del mundo con alrededor de 600 millones de hablantes, reafirmando que merece ser destacada en áreas como la justicia internacional y la ciencia.

Contrastando con las prioridades del Gobierno de Pedro Sánchez sobre la inclusión de lenguas cooficiales en las instituciones europeas, Felipe VI reforzó la idea de que España debe seguir siendo un "aliado necesario" a nivel global, especialmente en el contexto de la OTAN. La reciente ampliación de la presencia militar estadounidense en la base de Rota fue citada como prueba de este compromiso.

Además, el Rey se refirió al nuevo ciclo político que se abrirá con la posible reelección de Donald Trump, enfatizando la importancia de fortalecer la relación con Estados Unidos mediante una agenda de prosperidad y seguridad. Ante un panorama internacional lleno de conflictos violentos, pobreza extrema y el serio cuestionamiento de la democracia, el monarca instó a los embajadores a buscar el "bien común" y a proyectar la imagen de una España abierta, emprendedora y tolerante, que se enorgullece de su rica historia y de su presente como un país en busca de la paz y el entendimiento.