El impresionante Museu Dalí, famoso por ser la meca del surrealismo, ha dejado huella tras 50 años de historia, pero este miércoles se transformó en escenario de una celebración real. La presencia del Rey Felipe VI no solo simboliza el respeto hacia el legado de Salvador Dalí, sino también el retorno a la normalidad institucional y familiar en España, tras tiempos difíciles.

El evento comenzó con una cálida bienvenida por parte de las autoridades en las puertas del museo, donde el Rey fue recibido con aplausos por un grupo de aproximadamente cien personas mientras un pequeño grupo de manifestantes expresaba su descontento. Entre los que recibieron al monarca se encontraban personajes prominentes como Salvador Illa, presidente de la Generalitat, y Jordi Masquef, alcalde de Figueres, junto con otros líderes locales y culturales.

El interior del museo vibraba de energía festiva, bajo la famosa cúpula de la pinacoteca. Asistieron numerosos patronos y figuras relevantes, incluidos la infanta Cristina, patrona vitalicia de la Fundación Gala-Salvador Dalí, y personalidades del ámbito financiero y cultural, destacando la presencia del presidente del Banc Sabadell y el director del Museu Nacional d'Art de Catalunya.

Jordi Mercader, presidente de la Fundación Gala-Dalí, actuó como anfitrión y destacó el compromiso de la fundación para conmemorar el pasado y enfrentar nuevos desafíos. La jornada incluyó una cautivadora actuación del cuarteto de cuerda Quartet Casals, que resonó en el ambiente festivo del teatro.

Mercader subrayó la importancia del museo como un espacio que no solo preserva la obra de Dalí, sino que también busca inspirar a futuras generaciones a través del arte. Sus palabras resonaron con la audiencia, reafirmando que el museo es la culminación de un legado que seguiremos disfrutando.

Uno de los momentos más emotivos fue cuando la periodista Silvia Còppulo, maestra de ceremonias, deleitó al público con el famoso trabalenguas de Dalí, provocando risas y aplausos por su destreza.

Después de la ceremonia, el Rey tuvo la oportunidad de explorar las nuevas exposiciones que celebran esta efeméride, incluida la última adquisición del museo, el óleo titulado 'El naixement de les angoixes líquides'. Este momento no solo revitaliza el aprecio por el arte, sino que también reafirma el compromiso del museo con la innovación y la salud cultural de la región.

El evento concluyó con una copa de cava D.O. Empordà en el Pati de Lògies, donde se capturó una imagen fascinante del Rey junto a los exalcaldes de Figueres, simbolizando una celebración de la historia y el futuro local, a la vez que destacando la relevancia de la cultura en la vida española. ¡Un día verdaderamente memorable para todos los amantes del arte!