El Papa Francisco, en una contundente declaración tras su reciente viaje a Luxemburgo y Bélgica, ha calificado el aborto como un "homicidio" en cualquier circunstancia, arremetiendo duramente contra los médicos que realizan este procedimiento, a quienes llamó "sicarios". Durante el vuelo de regreso a Roma, el Santo Padre afirmó ante los medios que el aborto no es un tema debatible; según él, "se mata a un ser humano y se acaba con una vida".

Para apoyar su postura, el Papa argumentó que, de acuerdo a los avances científicos, "después de un mes de concepción, todos los órganos ya están completos". Su crítica hacia los profesionales de la salud que practican abortos fue particularmente incisiva, remarcando que "los médicos que se prestan a hacer esto son, permítanme el término, sicarios".

El Pontífice también enfatizó la importancia de la maternidad y el derecho de las mujeres a proteger tanto su propia vida como la de sus hijos. Sin embargo, destacó una clara distinción entre el aborto y la anticoncepción, indicando que "esto es otra cosa y no hay que confundir". Esta aclaración resalta su posición más flexible sobre el uso de métodos anticonceptivos, un tema que sigue generando debate dentro de la comunidad católica.

En el trayecto entre Bruselas y Roma, Bergoglio comentó sobre la situación de la mujer en la Iglesia, argumentando que su rol es igualmente crucial y, en ciertos aspectos, "incluso superior" al del hombre. El Papa también abordó la crítica situación en Oriente Medio, refiriéndose a las acciones militares de Israel. Al ser cuestionado si estas habrían ido demasiado lejos, mencionó que "la defensa siempre debe ser proporcional al ataque", señalando que una desproporción en las acciones puede llevar a conductas inmorales.

El Santo Padre subrayó que "un país que actúa con tal fuerza y de manera desproporcionada comete actos inmorales", recordando que incluso en tiempos de guerra existe una necesidad de moralidad. Adicionalmente, Francisco está observando la compleja crisis migratoria en las Islas Canarias, donde un reciente naufragio dejó al menos nueve muertos. El Papa expresó su profundo dolor por la situación de los migrantes, lamentando la pérdida de vidas en el mar mientras buscan libertad. También ha manifestado su intención de visitar las Islas Canarias próximamente, aunque el Vaticano aún no ha proporcionado detalles sobre el viaje.