Han transcurrido casi nueve años desde que Brenda Pérez se convirtió en el centro de atención en un famoso sketch de 'El Hormiguero'. En este programa, se disfrazó de hombre para infiltrarse en un partido de fútbol amateur. Hasta el día de hoy, ese momento es recordado por muchos como un hito en la visibilidad del fútbol femenino. "La gente todavía me menciona el video, incluso Sofía Vergara lo vio", comenta entre risas.

Brenda, quien actualmente se prepara para un partido en la Champions League entre el Sporting de Portugal y el Real Madrid, ha tenido un camino destacado en el fútbol. Nueve años después de aquel sketch, se ha consolidado en una de las mejores ligas de Europa. Parte de su éxito se debe a su talento y a la creciente atención hacia el fútbol femenino, que ha visto un notable avance en popularidad en la última década.

El sketch fue presentado con el lema 'Hombres VS Mujeres: ¿Es el fútbol un deporte solo de chicos?' por el presentador Pablo Motos y estuvo acompañado por la mirada atenta de Joaquín Sánchez, un exfutbolista muy querido. "El fútbol es un fenómeno mundial dominado por hombres", se narró en off mientras se sucedían los goles de grandes leyendas como Messi y Cristiano Ronaldo.

En 2015, la visibilidad del fútbol femenino era prácticamente nula. Brenda, que ya había jugado en divisiones inferiores con España, recuerda lo que vivía en ese entonces: "Apenas había patrocinadores y la gente que nos veía eran nuestros padres". La idea de involucrarla en un partido de hombres no era casualidad, era un claro reflejo de la invisibilidad que sufría el fútbol femenino en esa época. Sin embargo, el experimento en 'El Hormiguero' se volvió viral, alcanzando más de cinco millones de visualizaciones y catapultando a Brenda a la fama.

El sketch, que duraba cinco minutos, se grabó en el Campo Urbis de Madrid y fue un reto no solo físico, sino también emocional. "Me maquillaron durante más de ocho horas, cada pelo de mi barba fue puesto uno a uno", recuerda. En el campo, los compañeros estaban ajenos a la realidad: una futbolista profesional disfrazada de hombre. "El director me dijo que tenía que jugar como si nada pasara, así que saqué todos mis regateos", dice Brenda entre risas.

A pesar del frío y de la presión, Brenda cumplió con las instrucciones: debía marcar un gol. Y lo logró con un penalti, que fue más un ejercicio de comedia que de competencia. "Los rostros de los jugadores en la barrera eran de incredulidad", narra. Esa actuación no solo fue divertida, sino también potente, pues rompió estereotipos y abrió el camino a más conversaciones sobre la igualdad de género en el deporte.

Hoy, con el fútbol femenino cobrando más fuerza que nunca, Brenda continúa su camino como una de las figuras destacadas de la Liga Portuguesa, donde sigue rompiendo barreras y demostrando que, tanto hombres como mujeres, pueden dar el mismo espectáculo en el campo de juego.