La historia de Peter Perrett, el icónico líder de la banda británica The Only Ones, es una montaña rusa de emociones que atraviesa un mundo de excesos y descubrimientos. A sus 72 años, Perrett asegura que la cerveza sin alcohol de su cena en Madrid le sentó mal, dejando entrever su lucha constante contra las adicciones. "No bebo desde hace 40 años, y me gustaría disfrutar de una copa de vino sin los efectos del alcohol, pero simplemente no hay opciones decentes", lamenta.

Reconocido por su talento musical en los años 70, Perrett ha estado limpio desde 2011, una hazaña admirable dada su vida marcada por la música y las drogas. A menudo se siente atrapado entre dos mundos: el de la creatividad musical y el oscuro de la adicción. "Pasé mucho tiempo en un universo interior hasta que decidí que era hora de salir y recuperar mi vida. La música se convirtió en una terapia", relata. Su reciente álbum, *The Cleansing*, ilustra este retorno a la vida.

Los Only Ones, aunque considerados una banda maldita, dejaron una huella imborrable en la historia del rock con temas como 'Another Girl, Another Planet'. A pesar de su escaso reconocimiento en su momento, este sencillo ha sido un himno perdurable, aunque Perrett desmiente que se trate de una oda a las drogas. `"Es más sobre el amor y la obsesión", afirma. Pero reconoce que los problemas de adicción y el fracaso comercial de su música contribuyeron a la disolución de la banda en los 80.

El impacto de las drogas fue devastador. Perrett recuerda el momento en que sus compañeros lo dejaron tirado en Ámsterdam, un episodio dramático que lo llevó a profundizar en su adicción. "Ese fue el catalizador de mi caída total. Las drogas se convirtieron en mi única preocupación", confiesa. Sin embargo, esta experiencia dolorosa también desencadenó un proceso de reflexión que lo llevaría a buscar ayuda y finalmente a renacer como artista.

Después de años de lucha, Perrett recibió una segunda oportunidad en su vida y su carrera musical. En 2017 lanzó su primer álbum en solitario, y aunque la pandemia de COVID-19 interrumpió sus planes, él perseveró. Tras una difícil batalla contra el virus que lo dejó en una cama de hospital durante 13 días, logró recuperarse y volvió a las grabaciones. "Aprendí a caminar de nuevo, lo que fue un ejercicio de humildad y determinación", dice con convicción.

Su hijo, Jamie Perrett, también ha sido una parte fundamental de su viaje, ayudando a producir su nuevo álbum, lo que ha reforzado el vínculo entre padre e hijo y ha permitido a Peter redescubrir la alegría de la música.

En *The Cleansing*, aborda temas profundos, incluidas sus experiencias con la depresión, el suicidio y el deseo de dejar este mundo con dignidad. "La música es una forma de transmitir lo que siento sobre la vida y la pérdida. No temo a la muerte, pero me asusta pensar en la posibilidad de perder a mi esposa", confiesa.

Con planes de seguir creando y una vida más equilibrada, Perrett está decidido a no dejar que su pasado defina su futuro. "Estoy emocionado por lo que todavía tengo por hacer y por el legado que puedo dejar", concluye. La historia de Peter Perrett es un testimonio de la lucha y la resiliencia, recordándonos que es posible encontrar la redención incluso después de haber caminado por los caminos más oscuros.