Actualización a las 23:30

El Rey Felipe VI ha alertado sobre la seriedad del clima, diciendo que “el tiempo no perdona” y ha hecho un llamado a la colaboración entre instituciones y la sociedad civil tras la reciente DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) que ha dejado un rastro de destrucción y más de 220 víctimas en España.

Renfe ha restablecido este viernes todos los servicios de Cercanías en Málaga una vez que se ha levantado la alerta por el temporal que afectó la región. Los trenes de las líneas C1 y C2, que suspendieron su servicio debido a las alertas de nivel rojo, regresan a la normalidad desde la mañana del viernes.

En Marbella, se registró una manga marina el miércoles por la mañana, lo que añade preocupación sobre la intensidad de las lluvias en zonas turísticas como la Costa del Sol, que ha estado bajo advertencia roja.

La Aemet, por su parte, ha elevado a naranja el aviso por lluvia en Huelva, advirtiendo sobre posibles mangas marinas en la costa. Las alertas de nivel amarillo por oleaje continúan en varias provincias andaluzas.

Además, en Valencia se ha confirmado que la cifra de víctimas de la DANA se mantiene en 216, con 16 personas desaparecidas. El cardenal Michael Czerny del Vaticano visitará los municipios más afectados para mostrar apoyo a los damnificados.

En un gesto de solidaridad, el Valencia CF jugará un partido con una equipación negra en homenaje a las víctimas de la DANA.

Más de mil operarios en Málaga están trabajando arduamente para restaurar la normalidad, y la Diputación de Valencia ha destinado 370.000 euros para la desinfección de áreas afectadas, debido al aumento de mosquitos y otros peligros sanitarios.

La DANA también ha causado daños severos al patrimonio, como el colapso parcial de la muralla del Castillo de Cullera. Las autoridades locales están evaluando los daños y asegurando la zona para evitar más accidentes, mientras se llevan a cabo esfuerzos de rescate en varias áreas inundadas.

Las estadísticas indican que más de un centenar de las 216 víctimas mortales de la DANA tenían 70 años o más, lo que subraya la vulnerabilidad de los mayores ante fenómenos meteorológicos extremos.

Desde el Gobierno se han anunciado medidas para ayudar tanto a empresas como a familias afectadas, incluyendo una inversión de un millón de euros para reactivar la actividad cultural en zonas devastadas y la incorporación de 5.000 trabajadores adicionales para las labores de limpieza. Sin duda, esta catástrofe ha dejado una huella imborrable en la comunidad que requerirá no solo esfuerzos inmediatos, sino también un plan de reconstrucción a largo plazo.

La comunidad afectada se enfrenta al duro camino de la recuperación, con la esperanza de que la solidaridad y el esfuerzo conjunto puedan ayudar a sanar las profundas heridas dejadas por esta tragedia.