Alvise Pérez, el controvertido fundador de 'Se acabó la fiesta' (SALF), ha recibido un fuerte revés por parte de Giorgia Meloni, quien ha rechazado su inclusión en el Parlamento Europeo bajo la bandera de Conservadores y Reformistas, un partido que ella lidera en Europa. Este mismo grupo anteriormente contaba con la participación de Vox, que decidió unirse al húngaro Viktor Orbán en Patriotas por Europa, lo que deja aún más aislada a la formación de Pérez.

El plazo que se habían autoimpuesto los Conservadores y Reformistas para decidir sobre la adhesión del ultraderechista SALF culminó el 30 de septiembre, fecha en la que se hizo público un documento donde se listaban las agrupaciones y representantes en este grupo europeo. Sorprendentemente, ni el nombre de Alvise Pérez ni el de su partido figuraban en dicho registro, lo que indica claramente la falta de apoyo.

Después de este bombazo, a Pérez solo le quedan dos caminos: o unirse al grupo extremista de Europa de las Naciones Soberanas, que es conocido por su cercanía a ideologías neonazis, como lo demuestra su relación con líderes de Alternativa para Alemania, o permanecer como un político no inscrito, lo que sería un verdadero golpe a su ya tambaleante carrera.

Este rechazo por parte de Meloni contrasta drásticamente con un tuit que su jefe de prensa, Vito Quiles, publicó el 24 de julio, donde daba por sentada la pertenencia de Alvise al grupo de Meloni. El cambio en la narrativa parece haber sido radical, dejando a muchos preguntándose qué llevó a tal decisión.

Desde el partido Conservadores y Reformistas ya habían lanzado advertencias en la anterior legislatura, subrayando que la solicitud no significaba una entrada automática, sino que necesitaba una revisión exhaustiva, que finalmente resultó en este contundente no. Esto plantea interrogantes no solo sobre la estrategia de Alvise Pérez, sino también sobre el futuro de su partido, 'Se acabó la fiesta', que se encuentra al borde del abismo político en Europa. ¿Logrará Pérez encontrar un nuevo rumbo o será este el último clavo en su ataúd político?