El trabajo es una parte fundamental de nuestra vida diaria. Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), los españoles destinan una media de 36,6 horas a la semana a trabajar, sin contar las horas de transporte. Este tiempo puede convertirse en una rutina que, si no se gestiona adecuadamente, puede afectar nuestra salud.

¿Cómo influye la forma de ir al trabajo en tu salud?

Existen diversas formas de trasladarse al trabajo, incluyendo coche, transporte público, bicicleta, patinete eléctrico o caminando. Aunque cada modalidad tiene sus ventajas y desventajas, un estudio reciente de la Universidad de Glasgow ha revelado información impactante: los trabajadores que optan por caminar o usar la bicicleta, en especial estos últimos, tienen un riesgo significativamente menor de mortalidad y hospitalización, así como de enfermedades cardiovasculares, cáncer y problemas de salud mental.

En Canarias, el número de vehículos es sorprendente; según datos del Gobierno de Canarias, el parque de vehículos contabiliza 1.908.241. Esto significa que hay una media de 821 vehículos por cada mil habitantes. Esta alta cantidad de coches en circulación lleva a muchos a elegir el automóvil como principal medio para ir al trabajo, potencialmente en detrimento de su salud.

Asimismo, una investigación publicada en JAMA Internal Medicine concluyó que existe una conexión notable entre el número de pasos dados a diario y la disminución de casos de enfermedad. En el grupo de personas que caminaban con frecuencia, se observó un 62% menos de factores de riesgo para la demencia, un 80% menos para mortalidad y enfermedades cardíacas, así como una reducción del 20% en el riesgo de cáncer. ¡Caminando, literalmente, puedes sumar años a tu vida!

Beneficios adicionales de mantenerte activo

Hacer ejercicio regularmente no solo mejora la salud física, sino que aporta innumerables beneficios más. Potencia la resistencia cardiovascular, fortalece músculos y huesos, y ayuda a mantener un peso corporal saludable. Además, reduce el riesgo de enfermedades crónicas y mejora la movilidad y flexibilidad, aspectos vitales para prevenir lesiones y aumentar la calidad de vida a largo plazo.

A nivel energético, el ejercicio regular no solo incrementa los niveles de energía, sino que también contribuye a una mejor postura y equilibrio, y facilita el descanso al momento de dormir. En resumen, tomar decisiones inteligentes sobre cómo desplazarnos al trabajo podría ser la clave para mejorar no solo nuestra salud, sino también nuestra calidad de vida. ¡Cambia tu rutina y transforma tu bienestar!