Después de la devastadora DANA que asoló València, la ola de solidaridad fue rápidamente seguida por una ola de oportunismo político. Específicamente, Carlos Mazón ha sido criticado por su intento de aprovechar la tragedia al hacerse promoción personal durante la entrega de viviendas a los afectados.

En un giro sorprendente, el president valenciano, esta vez, no estaba asistiendo a ninguna comida "de trabajo" y decidió presentarse para hacer la entrega de llaves a familias que sufrieron la pérdida de sus hogares.

El cinismo demostrado por Mazón es difícil de igualar; ha compartido varios TikToks donde se le ve entregando pisos a las familias damnificadas. Estos vídeos, lejos de ser un simple acto de ayuda, parecen más una estrategia de marketing personal que un verdadero gesto de solidaridad.

Lo que resulta especialmente chocante es que, a diferencia de un típico agente inmobiliario que intenta vender propiedades a precios exorbitantes, al menos Mazón no les ofreció un apartamento sin ventanas por un millón de euros. Sin embargo, muchos ciudadanos se preguntan si realmente se preocupa por estas familias o si su intención es tan solo mejorar su imagen pública.

A medida que València se recupera de esta tormenta devastadora, la comunidad exige acciones genuinas y comprometidas por parte de los políticos, por lo que la sombra del aprovechamiento político sobre el sufrimiento ajeno es un tema recurrente en la conversación pública. La evaluación de cómo se manejan estos actos puede determinar la confianza ciudadana en sus líderes.