El presidente del Gobierno ha sido visto en un avión, rumbo a una cumbre internacional, mientras su país enfrenta una serie de desastres naturales a causa del cambio climático. En situaciones así, la ausencia de un líder es más que problemática; es un signo de desconexión con la realidad de su pueblo. Tradicionalmente, los líderes se quedan o regresan inmediatamente cuando sus países enfrentan tragedias. Sin embargo, esta no es la conducta que se ha observado recientemente. En este contexto, la Cumbre del Clima de Naciones Unidas en Bakú ha generado críticas por la falta de atención a lo que ocurre en casa.

La estrategia política parece centrarse en narrativas grandiosas como "el cambio climático mata", pero se ignoran las verdaderas necesidades y soluciones que la población demanda. En lugar de reconocer que muchas de las inundaciones catastróficas en la cuenca mediterránea han sido una consecuencia de la falta de planificación y proyectos de infraestructura durante años, se reduce la discusión a una lucha entre los salvadores del planeta y aquellos que niegan la crisis climática. Este enfoque simplista no solo es ineficaz, sino también peligroso, ya que desvirtúa las verdaderas causas y responsabilidades.

Por ejemplo, el presidente de la Asociación de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, José Trigueros, mencionó que el Plan Hidrológico Nacional, que fue abortado en su momento, contemplaba construcciones que podían haber mitigado el impacto de las recientes inundaciones. La realidad es que muchas obras de infraestructura necesarias se quedaron en simples promesas. La falta de ejecución de estas obras es un reflejo de cómo los verdaderos problemas se olvidan entre el ruido político.

Las expectativas de la cumbre son, en su mayor parte, simbólicas y se espera que el presidente aproveche la oportunidad para elevar su imagen a una plataforma global. Sin embargo, lo que realmente necesita urgentemente este país son acciones concretas y soluciones efectivas. La retórica vacía puede brindar aplausos momentáneos, pero no resolverá los problemas críticos que enfrentamos por el cambio climático.

A medida que las catástrofes naturales se vuelven más frecuentes, surge la pregunta: ¿qué se necesita realmente? El cambio climático no es solo un tema de conversación en foros internacionales; es una crisis que demanda atención inmediata y acción decidida. Mientras tanto, el espectáculo político continúa. La supervivencia del planeta no puede ser un mero eslogan. Se necesita un cambio real, y pronto.